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domingo, 2 de junio de 2013

Gonzalo Molina ha hecho de su preocupación por los ferrocarriles todo un ideal de vida. admiramos su pujanza, su empeño en recordarnos el pasado y el futuro de los ferrocarriles

Si el corazón del progreso boliviano late en los puertos chilenos del Océano Pacífico entonces nuestras venas son las vías férreas que nos penetran el cuerpo tierra adentro y el flujo chileno circula plenamente en nuestro sistema.

Veamos cómo y por qué fue construido el ferrocarril Arica – La Paz (FCALP).

El 25 de junio de 1905 Bolivia y Chile firman una Convención para construir a costa de Chile, el ferrocarril entre Arica y La Paz de 450 Km. y traspasar después de 15 años, la sección boliviana del mismo, o sea el tramo Charaña - El Alto de 241 Km. a la administración de Bolivia, fue en mayo de 1928 reconociendo en el Tratado de 1904 a perpetuidad el más amplio y libre derecho de tránsito comercial por su territorio y puertos del Pacífico.

Después de la guerra, Bolivia no podía quedarse privada de una salida al mar y presumiendo problemas, la Cancillería chilena había comisionado al ingeniero Josiah Harding el estudio del trazado y el costo del FCALP. Su informe estaba listo cuando se discutió el artículo tercero del Tratado de 1904 que fue debatido por considerarlo audaz y exagerado para ponerlo en ejecución. Existieron propuestas para su construcción como la del ingeniero Guido de Vignauy otros dos proyectos, uno por Camarones y otro por el cerro Marquez. Finamente se eligió el trazado de Harding por el valle de Lluta, con desarrollo de 469 Km. con más de setenta túneles, gradientes máximas de 3 por ciento en adherencia y de 6 por ciento en sectores de cremallera y curvas con radio mínimo de 150 mts. El 2 de enero de 1906 se otorgó el contrato a la flamante firma chilena “Sindicato de Obras Púbicas de Chile”. El recorrido se iniciaba con un breve tramo casi paralelo a la costa, se internaba después hacia el oriente por el valle del río Lluta, hacia Poconchile, Tiñares, Jamiraya, Patapatani, Anacara, Laguna Blanca, Calacoto y Alto de La Paz.

Por ahora el FCALP es un espejismo silencioso poco funcional y con limitaciones operativas. La empresa boliviana que administraba ese tramo devolvió a Chile por quiebra después de un turbión que arrasó 20 km de vía y dos puentes del tramo ahora reconstruido. De Charaña en adelante hasta El Alto, la línea férrea está también privatizada a la empresa chilena Andina y de momento paralizada, sin funcionamiento, con estructura ferrovial obsoleta de 100 años de antigüedad.

Esta es la historia del ferrocarril Arica - La Paz que pudiera haber sido muy útil como una referencia de límite arcifinio con el río Lluta al frente para un corredor de 10 Kms. de ancho.