Los cambios de circulación en las intersecciones del segundo anillo están encaminadas a la implementación del Bus Rápido de Transporte (BRT), que formará parte del Plan de Movilidad Urbana de la Alcaldía, el cual también fue sugerido por el estudio hecho por la cooperación japonesa JICA, cuyo inicio está contemplado en el Programa Operativo Anual (POA) de 2018, con un monto de Bs 18 millones.
Con la prohibición del giro hacia la izquierda en la mayoría de las 27 intersecciones del segundo anillo, la misma que se completará en febrero del próximo año, se está preparando a los conductores para el nuevo diseño del segundo anillo, donde habrá dos carriles en el medio, uno de ida y otro de vuelta, exclusivamente para la circulación de buses de transporte público y la construcción de las paradas en el camellón.
Sin embargo, este proyecto, que también abarca la readecuación del primer anillo, despierta susceptibilidades entre los dirigentes de las líneas 17 y 18, también llamada Chuturubí; y de las líneas 72 y 73, ahora denominada Tiluchi, porque aseguran que no han sido correctamente informados por las autoridades municipales y temen no ser tomados en cuenta.
Giros prohibidos
Las últimas intersecciones en ser cambiadas en el segundo anillo, el 31 de agosto, han sido en las avenidas Alemania y en la Mutualista, las que se sumaron al nuevo diseño que se inició el 28 de abril del año pasado, cuando fueron reducidos de cuatro a dos los tiempos de circulación en el cruce de la Santos Dumont.
Como se ha hecho con anteriores cambios de circulación, la Alcaldía ha desplazado personal para fiscalizar que los conductores cumplan la señalización que veta el giro a la izquierda, pero esta vez están acompañados de oficiales de Tránsito, los que deben despejar las calles adyacentes que son usadas como retornos, para ello cuentan con grúas para llevarse retenidos los motorizados que estén estacionados obstaculizando las vías.
“Estos operativos van a durar 10 días, hasta que los conductores se habitúen y no dejen mal estacionados sus motorizados; además de que no intenten girar a la izquierda porque podrían provocar accidentes de tráfico”, manifestó Rolando Ribera, secretario municipal de Movilidad Urbana.
Ribera reveló que el segundo anillo tardará más de un año en ser readecuado para la circulación de los BRT por los carriles especiales, debido a que tiene 27 intersecciones.
“Estamos preparando a los conductores para que vayan conociendo de a poco los cambios que se vendrán, aunque comenzaremos en el primer anillo desde la segunda mitad de 2018, para ello hay un presupuesto en el POA”, añadió.
Conductores de taxi, como Mario Gareca, se han habituado a la prohibición del giro a la izquierda, aunque admiten que deben conducir un poco más hasta hallar una calle de desvío para poder ingresar al segundo anillo en avenidas tan conflictivas como la Santos Dumont, Virgen de Cotoca, Piraí, Busch, Grigotá y Cristo Redentor, por donde hay mucho tráfico.
“Ahora lo más que se tarda es cinco minutos, antes se formaban largas filas y la espera era de media hora o 45 minutos; he visto que también se está prohibiendo el giro a la izquierda en la Cristo Redentor y en la Grigotá, donde se ven los resultados”, indicó el  taxista.
Para el exfuncionario de la Dirección de Tráfico y Transporte (DTT), Patricio Despouse, el veto de giro a la izquierda ha dado buenos resultados, en especial en cruces tan complicados como el tercer anillo interno y avenida Grigotá. “Para que funcione el BRT debe haber vigilancia constante para evitar los parqueos en la calzada del segundo anillo y en las vías de retorno, para ello debe imponerse multas fuertes y usar grúas para cargar a los infractores”, refirió.
Críticas
Otro exfuncionario de la DTT, ahora residente en EEUU, Jorge Espinoza, indicó que este proyecto data de 2012, cuando se elaboraron planes como el BRT (Vía Camba), con paradas de transporte público, la restricción de giros a la izquierda en algunos cruces y la mejora geométrica de las intersecciones a fin de evitar construir pasos a desnivel, como los que hay en la Cristo Redentor.
“La restricción de los giros a la izquierda en algunas intersecciones se estudió para poder dar más fluidez en lugares donde estaba muy estancado el segundo anillo; sin embargo, no se puede restringir en todos los cruces ya que, lastimosamente, dada la pobre regulación de la Alcaldía, no se hizo respetar las vías que servían para desahogar el tráfico, pues están llenas de ambulantes que ocupan aceras, además hay paradas de taxis y de transporte intermunicipal e interprovincial asentadas en las calles por donde serían los retornos”, añadió Espinoza.
Transportistas
Este anuncio de la preparación del segundo anillo para el BRT ha tomado por sorpresa a los operadores de transporte de esta vía, es decir a las líneas 72 y 73, cuyo presidente, Guttemberg Solano, dice que no se oponen al cambio pero piden a la Alcaldía seguridad jurídica para comprar vehículos adecuados, y leyes claras que no permitan que haya competencia desleal como la ejercen los trufis y los minibuses.
“La Alcaldía debe darnos el usufructo de las rutas por varios años para comprar los buses con puertas al lado izquierdo y para recuperar la inversión. El Tiluchi del segundo anillo cuenta con 24 buses nuevos de un total de 92 motorizados”, dijo Solano.
Nahín Hurtado, fiscal de las líneas 17 y 18 (Chuturubí), ve que el “BRT es una costosa inversión que no se podrá implementar de la noche a la mañana, por ello pedimos a la comuna que nos detalle bien  su plan de trabajo”.
“He enviado una carta exigiendo explicación al municipio porque considero que es una actitud irresponsable que no nos haga conocer el proyecto; los transportistas han invertido $us 250 millones en micros, por ello nos deben tomar en cuenta”, dijo Aldo Terrazas, secretario general del Sindicato de Transportistas Santa Cruz.
Ante estos reclamos Ribera aseguró que hace cuatro meses ha explicado el diseño del BRT y se ha reunido con los transportistas del primer anillo. “Pedimos al transportista el cambio de sindicato al modelo empresarial”, sugirió.