otro golpe a la imagen de bolivia. nos lo cuenta Mario Rueda Peña
Parece que en el Gobierno nadie se da cuenta del grave daño que ciertos despliegues retóricos del jefe de Estado le hacen a la imagen del país ante la comunidad internacional. No sólo el Presidente, sino miembros de su Gobierno y dirigentes del MAS dicen y hacen cosas que sólo provocan una mayor pérdida de confianza en el país. Obviamente excluimos de esta reacción a ciertos gobiernos, partidos e instituciones (ONG, sobre todo) de allende nuestras fronteras, alineadas desde hace tiempo con el neopopulismo latinoamericano. Nos referimos concretamente a las fuentes de la inversión extranjera y a la cooperación multilateral y bilateral.Fue otra vez el propio Presidente de la República quien puso de manifiesto tan deplorable falta de sensatez. Lo hizo en el último discurso en un lugar vecino a la ciudad de Cochabamba, a tiempo de inaugurar la construcción de un gasoducto. Reveló que muy a menudo sus asesores le advierten: “Evo, te estás equivocando jurídicamente; eso que estás haciendo es ilegal”. “Bueno –responde–, yo le meto, por más que sea ilegal. Si es ilegal, legalicen ustedes, para qué han estudiado (sic)”. Pero fue mucho más allá aún en el discurso aludido al puntualizar que si “me detengo en el respeto a la ley, nunca podré comenzar a aplicar los cambios”, agregando luego que “a veces, hay que comenzar, aunque sea errado (lo que él y su Gobierno hagan) y en el camino mejoraremos y legalizaremos para acelerar nuestro trabajo como Gobierno”. Más claro, agua: las ilegalidades del actual Gobierno, muchas de ellas de carácter constitucional (CPE de La Glorieta, recorte del IDH, revocatorio de mandatos no previsto por la ley fundamental, etc.), no son errores, sino actos deliberados. Constituyen movidas tácticas cometidas para ‘acelerar’ el proceso de cambios y barrer del trayecto a los adversarios. O sea que la ilegalidad inviste ahora en Bolivia rango de poco menos que sacrosanta táctica gubernamental que apunta a los cambios, algo que nadie tiene derecho a cuestionar. Lo peor es que el mal se propaga cual virus maligno a todo el sistema institucional. Así lo prueba el hecho de que siete cortes departamentales reunidas en La Paz con el masista Exeni agraviaran tan groseramente el principio constitucional de la igualdad de todos ante la ley, al convenir que el porcentaje del 51% de la votación rija sólo para los prefectos y no para el Presidente y Vicepresidente, quienes seguirán conservando su tramposa ventaja en la consulta del 10 de agosto. Lo grave es que las frases del jefe del Estado, por tan inéditas como insólitas en un Presidente a quien la Carta Magna reata a preservar el orden jurídico-constitucional, fueron destacadas en titulares de primera página en los principales diarios del exterior. Adquieren ahora rigor de certeza rotunda los temores y sospechas de que bajo el régimen del MAS, por las razones que todos conocemos, Bolivia ya no es país fiable, sino Estado inmerso en la ilegalidad, de la cabeza a los pies del sistema institucional. La confesión del Presidente de que su Gobierno convierte la ilegalidad en método para acelerar el proceso de cambios, acaba con los últimos resquicios de seguridad jurídica que aún podíamos ofrecer.
una crónica muy puntillosa...de la virilidad y el machismo (de hoybolivia.com)
Últimamente la guerra verbal adquirió nuevas fuerzas y los insultos de los políticos del MAS hacen realzar sus conocimientos sexuales priorizando el machismo. No sé si debo interpretar estas expresiones como altamente calificadas o como bromas y por su humorismo, más negro que el mismo Octubre Negro, prefiero tomarlo como los exponentes culturales de los que las expresan.
Me recuerdo un chiste de machos mexicanos y se los cuento: “Un chamaco de Jalisco llega a un bar de México y después de tomarse varios tequilas, empezó a gritar “En Jalisco somos machos, somos puro machos”. Después de repetirlo varias veces, un parroquiano de la capital federal, se levantó y le dijo: Oye chamaquito, aquí en México, somos la mitad machos y la mitad hembras, pero nos las pasamos muy bien”.
El machismo esta de moda y se presenta a través de discursos e imposturas. Después del insulto que le hizo el presidente Evo Morales calificándolo como maricón, Manfred Reyes Villa contestó que el no tiene que demostrar su virilidad. En un ambiente súper machista Manfred fue el único que contestó, pero se cuidó de analizar el comportamiento de varios políticos.
No soy ginecólogo ni admiro a la Doctora Corazón, pero no puedo quedar al margen de estas “vanidades políticas” que destacan los Macho Machotes del gobierno y a los que cambiaron de posiciones creyendo que para contrarrestar los machos oficiales hay que demostrar también machismo. El inesperado cambio de decisión de algunos prefectos sobre el referéndum revocatorio se debe quizás, al hecho de no atribuir la verdadera seriedad a un referéndum que podría iniciar una guerra civil.
Me atrevo a describir algunos de ellos:
El presidente es el gran macho que viaja rodeado de un resguardo más ampuloso que el de Hitler, pero en algunas de sus visitas que realizó a varios departamentos cargado de prebendas, tuvo que escapar a la velocidad del rayo.
Sobre el machismo del vicepresidente no tengo comentarios.
Sus enardeciditos ministros son también machos, pero tuvieron miedo de aparecer en el senado para declarar sobre el atentado de Yacuiba. Su machismo se especializó en amenazas y hechos que terminaron con muertos y heridos. Es quizás por esta razón, que el presidente se adelantó a su proyecto de matar a los que se le oponen y se dedicó a repartir las ambulancias que fueron regaladas por España.
Los famosos Poncho Rojos demostraron su machismo en el asedio al senado y los dirigentes comprados, en el cobarde ataque a la embajada de los Estados Unidos. Los primeros degollaron “como machos” dos inocentes perros y los segundos derraman su ignorancia cada vez que abren la boca.
Entre los otros machos se puede citar al defensor de MAS, perdón quise decir de los derechos humanos, al presidente del CNE, a las autoridades de YPFB, algunos militares y policías, como también, a los pacíficos habitantes de Achacachi, San Julián y Yapancaní.
Todos deben saber que la verdadera valentía ha sido demostrada por mujeres como las Heroínas de la Coronilla, Juana Azurduy de Padilla y María Barsola y estas no pueden ser comparadas con los “machos actuales”. Ser macho no quiere decir ser valiente y el machismo originario se ha demostrado mayormente en ciertos matrimonios campesinos, en los cuales los dignos esposos agarran a patadas a sus mujeres. Menos mal que los máximos dirigentes del país son solteros.
Nuevamente vemos un machismo mal interpretado. Finalmente creo que la nueva guerra de los Machos, se ha iniciado y es la única que faltaba para obtener el trofeo mundial de guerras internas.
Sin embargo, esta guerra será un nuevo motivo para que Evo Morales vuelva a ser candidato para el premio NOBEL en la categoría del “machismo político de Orina-coca”.
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