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jueves, 1 de marzo de 2012

Constantino Rojas Burgoa ensambla en corto espacio las benéficas funciones de internet, instrumento al que, con toda razón, considera "un maestro que enseña" sin costo, a colores, las 24 horas. Bien articulado Costo.

Internet es una herramienta que permite una variada gama de usos: Correo electrónico, chat, páginas web donde se puede visitar periódicos, escuchar radio, bajar ficheros de audio y películas, lo mismo en cuanto a redes sociales como el Facebook y el Twitter. Internet presenta muchas alternativas para la formación y el acceso al conocimiento.
En la práctica, Internet vendría a ser el nuevo profesor: interesante, atractivo, interactivo, a colores, con temas variados y siempre novedosos, dependiendo sólo del interés y la motivación de quien accede al buscador para registrar una palabra para encontrar el tema que le llama la atención.
Internet constituye una herramienta de información y de comunicación muy útil si el profesor aprovecha las tecnologías para generar procesos de enseñanza y aprendizaje a través de actividades virtuales que el estudiante podría desarrollar en una plataforma virtual, donde se habiliten foros, salas de discusión, debates, ejercicios, trabajos, documentos e incluso se administren exámenes virtuales y los estudiantes se enteren de su nota al instante.
Se trata de una herramienta que posibilita el análisis, la discusión, el debate, la interpretación, la crítica. En estas circunstancias, el profesor resulta ser un guía, un intermediario que conduce el proceso. Para el sistema educativo, implica un cambio de modelo educativo: el profesor ya no es el único portador de conocimiento, el sabio, el protagonista. El estudiante aporta con información, percepciones y puntos de vista y aprende a investigar y a encontrar diversas respuestas.
El docente tiene la función de guiar, señalando y recomendando páginas a las que el estudiante accede en busca de información. Así, la escuela podría constituirse en un verdadero formador del espíritu de investigación, en la medida en la que el sistema educativo incentive e incorpore Internet en la educación como una herramienta complementaria a la actividad educativa.
Internet elimina las barreras de tiempo y de espacio, permite una comunicación inmediata e instantánea, es universal, abierta al interés de cualquier persona y en cualquier parte del mundo, permite la interacción y el intercambio de ideas sin distinción de color, religión, género, edad y posición social.
Frecuentemente se escucha hablar de las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación. En realidad ya no son nuevas, porque los niños ya han incorporado su uso, incluso mucho antes de ir a la escuela. A los niños y jóvenes de este tiempo se los conoce como los “nativos digitales”, porque han nacido en la era de Internet y tienen dominio en el uso, por curiosidad, y manejo de la computadora.
Será mejor si los estudiantes son monitoreados por el profesor en la perspectiva de incorporar el modelo educativo constructivista, que toma en cuenta el conocimiento previo que tiene el estudiante antes de ir a la escuela, de modo que esas experiencias y conocimientos previos son considerados por el profesor para guiar y conducir un proceso de aprendizaje mutuo. El estudiante aprende del profesor, pero el profesor también se enriquece de aquello que sabe el estudiante.
Está claro que Internet permite un mayor acceso a la información, provoca nuevos lenguajes y espacios de interacción, resulta ser más motivante que la escuela. El aprendizaje no está centrado en el profesor y el texto de la clase y de la materia. Por eso mismo, será importante buscar una complementación para que el profesor no se quede rezagado frente a los temas que el estudiante pueda conocer por su propia cuenta en Internet. Sin embargo, para los profesores que en algunos casos son “extranjeros digitales”, implica un aprendizaje en el uso de las tecnologías, el uso de la computadora, los programas, la navegación y la búsqueda de información en la web. Es el principal desafío.
 
El autor es periodista y docente universitario

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