“Evo y la venganza contra médicos”

               
Arturo Murillo P.

Sin Anestesia
El único gremio de profesionales que el gobierno no pudo someter es de los médicos, desde 2005, Evo Morales mediante la estrategia de la división doblegó a varios sectores y prefirió realizar campañas de salud con galenos y técnicos cubanos, excluyendo la participación del Colegio Médico de Bolivia.

Es de conocimiento público que el Presidente Morales y los jerarcas del MAS no acuden a centros médicos públicos; ellos tienen a su servicio una clínica exclusiva en Achumani, atendida estrictamente por médicos y enfermeras cubanas. Allí prefieren ir para la atención de sus problemas de salud, la oligarquía masista, y cuando sus males son más graves se van a Cuba.

El gobierno de Morales tiene enemistad permanente contra los profesionales de la salud. El 2011, aprobó una medida para “quitarles privilegios a los médicos”, beneficios que fueron conquistados décadas atrás, el trabajo de seis horas, e intentó prohibir que los profesionales en salud que trabajen en hospitales públicos también desempeñen labores en consultorios privados. Pero, tras casi 50 días de huelga de los salubristas el Ejecutivo tuvo que retirar la medida.

El 2015, la administración de Morales lanzó el plan de implementación de “hospitales para Bolivia”, con la inversión de 1.624 millones de dólares para 46 hospitales en todo el país. Según la promesa de Evo deberían ir entregándose este 2017, (www.la-razon.com/sociedad/Salud-gobierno-construira-hospitales-millones_0_2337966223.html) por supuesto, tampoco las obras a ser implementadas coordinó ni consultó con el Colegio Médico.

Como parte de su “guerra” contra los profesionales de la salud, el gobierno del MAS, la semana pasada, aprobó los decretos supremos 3091 y 3092 otra vez para restarles beneficios al gremio de los médicos bolivianos. La medida más cuestionada fue declarar la gratuidad del certificado médico que por el mismo el Colegio Médico cobraba 30 bolivianos. Ante los reclamos y las críticas del sector, la ministra de Salud, Ariana Campero, amenazó con investigar las cuentas del Colegio Médico para ver a dónde fue el dinero por la emisión de los certificados, desde hace 47 años; ésta medida odiosa y revanchista es la venganza del MAS. La Ministra Campero miente cuando asegura que el certificado médico será gratuito, completamente falso, porque sólo se anula el costo del papel pero los médicos seguirán cobrando por su trabajo profesional.

Obviamente, las medidas odiosas y amenazas de tal magnitud solamente generan más confrontación. El Colegio Médico de Bolivia anunció, después de la reunión de emergencia en Cochabamba, el paro de los servicios y la realización de protestas los días 17 y 18 de mayo.
Sin embargo, los decretos 3091 y 3092, en esencia, son más controvertidos porque autorizan la creación de la Autoridad de Control y Fiscalización del Sistema de la Salud y promueve la desafiliación y libre afiliación en la seguridad social, medida similar que hicieron con el rubro de los abogados, que le permitió al MAS arremeter con los juristas para controlar e instrumentalizar la justicia, en favor de sus políticas de persecución a críticos al régimen e impunidad para los masistas denunciados de corrupción.

Las medidas del gobierno del MAS en contra del sector de salud en esencia no son para mejorar el sistema y la atención médica de los bolivianos sino son parte de las tácticas políticas para arremeter y controlar al gremio de los profesionales salubristas. Esta estrategia ya es habitual en el gobierno del MAS, cuando no logra tener de servil a un sector lo divide y persigue mediante procesos político-judiciales, lo ataca y asume decisiones vengativas incluso vulnerando normas, sin que le importe si afecta la institucionalidad y el servicio.

El 2015, el Padre Mateo propuso que la administración de Evo Morales otorgue el 10% del PIB para el sector de salud, pero todos los ministros y el propio Morales salieron a combatirlo y desprestigiarlo en los medios de comunicación, presionaron y lograron que el sacerdote católico se fuera del país; sin embargo, el gobierno prefirió hacer un incremento millonario en el Ministerio de Comunicación para la propaganda política gubernamental del MAS.
Así opera el masismo, no hay contemplación con los críticos al régimen y quienes no se alinean con sus políticas y tácticas sutiles de perpetuación de Morales en el poder. La venganza es despiadada y odiosa con quienes denuncian la corrupción de los miembros del gobierno, el diputado Rafael Quispe quien fiscalizó y alentó el avance de los procesos judiciales de corrupción en el Fondo Indígena fue golpeado físicamente, enjuiciado con artilugios y suspendido por seis meses sin goce de haberes; lo mismo pasa con todos los senadores y diputados que revelan y denuncian con documentos la corrupción masista, todos fueron enjuiciados y amedrentados por el régimen.

Es de conocimiento de la ciudadanía, los hospitales públicos del país colapsan diariamente y los enfermos yacen en los pasillos, por falta de infraestructura y camas, a la espera de recibir la atención, los pacientes van a dormir desde noche anterior sino es de madrugada para conseguir una ficha porque falta más ítemes de médicos especialistas; todos sabemos que el gobierno promete pero no cumple, peor en el área de salud sino es asumir medidas odiosas con los galenos.

Los enfermos de cáncer tuvieron que organizarse, movilizarse y rogar de rodillas a la Ministra Campero para que compren equipos para su tratamiento. En Cochabamba, hace un año se puso la piedra fundamental para la construcción del hospital oncológico de cuarto nivel; sin embargo, hace unos días denunciaron que no hay ningún avance en la obra.

(www.lostiempos.com/actualidad/local/20170506/oncologico-tolata-avances-ano) Ésta situación demuestra de cómo es tratada la llajta, la semana pasada hubo crisis de salud en la capital valluna porque 300 niñas y niños esperaron más de un año para ser operados, pero sólo contamos con un centro médico de tercer nivel, el Hospital Viedma, construido hace 30 años con limosnas de los ciudadanos. Actualmente, tenemos un hospital de segundo nivel que no funciona porque el gobierno no asigna ítemes a Cochabamba, tenemos otros cuatro maternológicos que prestan servicio un sólo turno por falta de médicos y enfermeras, ésa es una pequeña muestra de la situación crítica de la  salud.

Presentamos una propuesta para que se conforme un comité interinstitucional en Cochabamba para enfrentar el gran problema que aqueja la salud de los vallunos, el alcalde José María Leyes, el médico y senador del MAS, Ciro Zabala, y el Colegio Médico aceptaron y se sumaron al planteamiento del trabajo de búsqueda coordinada de solución a la situación crítica del servicio de salud, pero lamentablemente el gobernador Iván Canelas no se pronunció; lo único que se le ocurre al gobierno del MAS es aprobar medidas vengativas en contra de los profesionales en salud que se resisten al control político, hasta hoy. Además, los médicos bolivianos son los peor pagados de la región.

Por favor, hay muchos temas en los cuales podemos “sacarnos los ojos”, no haga política con la vida de la ciudadanía. Presidente Morales el pueblo clama, en los pasillos, en las madrugadas e incluso de rodillas en algunas plazas, por la salud; escúchelos y priorice inversiones planificadas y coordinadas. Sin salud no hay vida, menos el “vivir bien”.
Senador de la República.