La consigna está clara. Se tiene que encontrar al/o los ladrones de las rieles del ferrocarril, de los durmientes, de los muebles y otros enseres que se han ido robando de las estaciones, de las vías, de todo lo que fue la Empresa Nacional de Ferrocarriles del Estado (ENFE) y que se entregó a una empresa chilena, que se desentendió totalmente y permitió por falta de la suficiente vigilancia que se fueran desapareciendo los objetos mencionados. Y es que no fácil hacerse de rieles que pesan toneladas y que las transportan a las fundiciones. La investigación periodística tiene que continuar hasta encontrar a los ladrones, que son una banda, que actúan en masa, que tienen muchos cómplices y autoridades que cierran un ojo para dejarles robar. Muy bien por el interés de periodistas cochabambinos que están coadyuvando con las pesquisas. Una muestra es la crónica del dia de LT, de la que citamos:
En pasados días, la Brigada Parlamentaria de Cochabamba y ejecutivos de ENFE-Residual hallaron un lote de rieles y otros materiales de ferrocarril en un domicilio particular ubicado en el kilómetro 7 de la avenida Blanco Galindo.
En la casa, los interventores encontraban restos de rieles, cuya cantidad fue calculada entre 750 y 800 metros de longitud. También se hallaron eclisas, tirafondos, durmientes metálicas, calderos y otros materiales. Actualmente, este caso es tratado por el Fiscal Anticorrupción para determinar las responsabilidades contra los posibles culpables. El dueño de casa donde se encontró el paquete y otras personas fueron citados para que presten su declaración.
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