CLUB HÍPICO DE COCHABAMBA.
Veamos la historia de
este emprendimiento deportivo, vital para la convivencia social en la antigua
Villa de nuestras nostalgias vallunas.
En el diario cochabambino
de Juan Francisco Velarde “El Heraldo”, fechado el 10 de Febrero del año 1889
(127 años) es posible leer: “El entusiasmo con que se concurrió á las
carreras el día 7 en el Prado y a las que asistió casi toda la población en
masa, ha formalizado el pensamiento en Cochabamba de establecer un centro
apropiado para esta clase de espectáculos. Se trata de organizar un Club
Hípico, institución que no sólo proporciona momentos de solaz y reunión á
los aficionados sino que sirve al mismo tiempo como un estímulo y motivo de
adelanto y mejora para la raza caballar.
Cochabamba conserva
sólo la fama de lo que en tiempos no lejanos, eran los caballos de sus
praderas. La raza de los caballos de silla, falta de un método que propenda á
su mejora va degenerando rápidamente y apenas sí se conservan en Mizque esos
rarísimos ejemplares de animales de fortaleza y nobleza.
No se ha parado
mientes en que la ganadería en cualquiera de sus divisiones es una riqueza que
debe explotarse. Estamos en condiciones de no despreciar esa industria
lucrativa y fácil; pero es necesario fomentarla convenientemente. Nuestras
hermosas praderas y pastizales, al mismo tiempo que una iniciativa eficaz
asegurarán en éste orden á Cochabamba un predominio indisputable. El Club
Hípico en proyecto viene á llenar una necesidad sentida; ójala que no fracase
tan importante pensamiento. Sabemos que ya se hallan suscritas muchas acciones”
Pasaron esos años
primigenios hasta el tiempo de las vivencias personales. Al evocar mi niñez,
recuerdo que cada uno de los miembros de la familia compramos acciones del iniciado
“Club Hípico Cochabamba”, pues en conjunto teníamos gozo y experiencia en
montar esos bellos animales cargados de inteligencia y amistad por los caminos
de herradura partiendo de Huayllani hacia las estancias de Palca y Caluyo en
las alturas de la cordillera del Tunari.
Fueron pagadas
puntualmente todas los mensualidades hasta tener invertido un buen capital
familiar. Próximos los años de la quinta década del pasado siglo, el Tesorero
del Club fugó con el dinero de la totalidad de los socios. Quebró el proyecto,
pero pudo más el esfuerzo tradicional y la férrea voluntad de los
cochabambinos, empeñosos por reactivar las carreras dominicales de caballos
importados de Argentina, Perú y Chile; hermosos ejemplares montados por jinetes
extranjeros y locales, entre éstos distinguí y aposté siempre a “Huacho”
Zamorano, el condiscípulo recio en merecimientos y en obras de progreso, como
su padre, el señor Alcalde, Don Aníbal Zamorano.
Mayo 2016. El Club Hípico
actual tiene más de 70 años. Ya no existen las carreras tradicionales, pero aún
estaban vigentes las competencias hípicas de salto y las escuelas de Natación,
Futbol, Tenis, Tiro con Arco, Equitación. El área social en un hermoso
inmueble con piscina, y una extensa área verde, envidia de gente sin escrúpulos;
para ella se diseñaban vitales proyectos educativos y ambientales que debían
mitigar la polución de la ciudad campeona de polvo y mugre.
Afirmo en pretérito, pues
esta mañana fue tomado el predio con cien policías bien armados contra pequeños
niños deportistas solamente armados de inocencia y amor al deporte; hasta que
un Tribunal Internacional de Justicia ordene el respeto a la propiedad privada
en Bolivia conculcada por una anti-ley promulgada por los dos tercios
prepotentes.
La norma inconstitucional
disparó la corrupción jurídica, la misma que será continuada por otras
similares de corrupción administrativa, técnica, social y política; mismas que
serán multiplicadas en distintas áreas de la vida orgánica de nuestro
Cochabamba, ex-Ciudad jardín, ex-Suiza del continente, permutada y
caracterizada como la productora de coca-cocaína en el corazón del TIPNIS con
pista de aterrizaje incluida.
El rancio objetivo de la ilegal expropiación es
construir un enorme estadio para setenta mil personas aficionadas al futbol que
se titulará “El Batán”. Sí, el batán demoledor de la CPE, de la atmósfera del
valle central, y elefante blanco que servirá, como en Santiago de Chile, para
concentrar, torturar y matar a los enemigos políticos del pinochetismo
populista.
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