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domingo, 21 de noviembre de 2010

ahora que se conoce cada una de las frases de Insulza en alabanza de Evo y del Mas, la indignación es mayor. La Estrella de SC

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, se encuentra en el país y realizó declaraciones que fueron contestadas de inmediato por los opositores políticos al gobierno de Evo Morales Ayma, a quien se dice vino a darle el espaldarazo institucional.
Sin embargo y hay que apuntarlo, el secretario Insulza lo que ha demostrado es poco conocimiento de la historia política del país, al punto de llegar a la desubicación respecto al denominado “proceso revolucionario”, señalando que pocos perciben lo ocurrido en Bolivia, sobre todo por “el escaso costo humano…porque todos los procesos revolucionarios tienen un costo”.
Allí radica la desubicación, porque en el país no se produjo ninguna insurrección armada por llegar a extremos, donde se puede realizar la calificación de “escaso costo humano”, sino que el gobierno de Evo Morales es producto de la democracia por el sistema de elecciones libres, directas y voto secreto, donde jamás se puede llegar a perder una sola vida, menos aún señalar aquello de “escaso costo humano”.
Hay que decir las cosas como son. Revolución fue aquella emprendida en Sierra Maestra por Fidel Castro y su grupo hasta derrocar a Fulgencio Batista. Es más, su leal amigo Ernesto “Che” Guevara, recién cuando abandonaba la isla y en su carta de despedida se daba cuenta de los riesgos de la revolución al decir “que en una revolución se triunfa o se muere”.
¿Lo de Augusto Pinochet, en el país natal de Insulza, fue revolución, ya que se perdieron muchas vidas humanas? No, no fue revolución. Fue un cruento golpe de Estado para deponer al primer presidente marxista que llegó al poder por la vía democrática.
Con esas puntualizaciones históricas, es menester ahora recalcar que la vía democrática no admite aquello de los “costos humanos”, porque se entiende que el gobierno demócrata no puede ejercer acciones violentas en contra de sus ciudadanos. Es aún más inadmisible, que sea el Secretario General de la OEA el que esté hablando de revoluciones a bajo costo humano, cuando esa institución tiene entre sus objetivos el de promover y consolidar las democracias representativas y respetando las políticas de no intervención.
Quienes promovemos la cultura de la paz y el diálogo, jamás podemos estar de acuerdo con imponer criterios políticos sin importar si de por medio hay “costo humano” aunque sea escaso. En realidad, la OEA no puede estar jamás de acuerdo con las políticas que ejercen la violencia como medio de persuasión.
Finalmente, lo dicho por Insulza se lo puede calificar como una desubicación en el espacio y el tiempo, ya que la mayoría de los países del continente son gobernados en el sistema democrático representativo, donde es obligación constitucional el respeto a los derechos humanos, además de garantizar la libertad de opinión y pensamiento, sin que quienes hagan uso de esos instrumentos democráticos se pongan a pensar que pueden formar parte del “escaso costo humano”, porque definitivamente no puede haberlos.

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