Lo siento estimado lector, el título de este trabajo no es para
anunciar ni predecir que el precio del petróleo llegará a 100 dólares
por barril, sino para informarle que a Yacimientos Petrolíferos Fiscales
Bolivianos (YPFB) le está costando 80 dólares descubrir un barril de
petróleo.
Los datos oficiales de YPFB muestran que
en los últimos 10 años se han destinado cerca a 1.600 millones de
dólares para exploración, y que lo único que se tiene para mostrar es
el descubrimiento de supuestos 28 millones de barriles de petróleo en
la culminación norte del campo Boquerón, ya existente.
Habiendo
transcurrido prácticamente 10 años del manejo de la industria petrolera
nacional por parte de autoridades nombradas por el actual sistema de
Gobierno, los rendimientos obtenidos por YPFB son pésimos. Si no hubiera
existido Boquerón habrían sido desastrosos. Sería muy difícil encontrar
una compañía petrolera que hubiese utilizado 10 años y 1.600 millones
de dólares para descubrir un barril de petróleo a 80 dólares y nada de
gas.
Parece que la alta dirección de YPFB no ha
llegado a comprender la naturaleza de la empresa, cuyo manejo se le ha
confiado. Ahora se ve con claridad que ha sido dirigida políticamente
para ser una agencia recaudadora de los ingentes ingresos por
exportación de gas, descubierto en gestiones anteriores. Lo menos que se
esperaba era que repongan las reservas exportadas.
Los
resultados obtenidos por la estatal petrolera en exploración son las
peores señales para atraer inversión extranjera en el sector, porque
parecerían mostrar lo difícil y costoso que es descubrir nuevos campos
en el país.
Sumando lo anterior a la falta de
seguridad jurídica y los precios internacionales del petróleo, a menos
de 50 dólares el barril, se llega al resultado de que Bolivia no es nada
atractiva para inversión privada en exploración de hidrocarburos.
El
descubrimiento de los supuestos 28 millones de barriles de petróleo en
la culminación norte del campo Boquerón es muy encomiable, pero no es el
resultado de una típica labor exploratoria. El campo Boquerón ha sido
descubierto el siglo pasado y está en producción.
Lo
que se ha logrado actualmente, a través de una labor muy profesional y
prolija, ha sido establecer la culminación norte del campo y su posible
contenido de petróleo. Felicitaciones a los profesionales involucrados.
Lamentablemente, la refinación de la totalidad de la futura producción
de Boquerón norte tan sólo alcanza para cubrir un tercio de nuestra
actual importación de diésel.
Ante los reclamos por
falta de exploración, la anterior administración de YPFB admitió, el
2010, que se había destinado sólo 17 millones de dólares y que el 2011
se destinarían 340 para este efecto. Desde ese momento parece haberse
desatado una sorda competencia con la inversión privada anterior.
Las
empresas privadas, de 1997 a 2004, han invertido 1.630 millones de
dólares, logrando descubrir dos decenas de TCF de reservas de gas en
siete megacampos.
Tratando de dar la impresión de
una masiva exploración, el 2014 YPFB anunció la perforación de 18 pozos
exploratorios el 2015. Por lo visto, ignora que si no explora con
ofensivas totales; la exploración es un proceso en el cual los
resultados obtenidos alimentan los futuros y así sucesivamente. La
actual administración se adhirió a ese programa y probablemente ha
influido en la legislación que permite la exploración en áreas
protegidas, indicando que ingresará a siete de ellas. Medida desesperada
con un alto costo político.
Por otro lado,
aparentemente postergando la perforación de los 18 pozos exploratorios,
YPFB indica que está utilizando la totalidad de los fondos para labores
básicas de exploración para definir futuras ubicaciones de perforación.
Siempre
he sido optimista sobre el contenido de hidrocarburos en nuestro
territorio. Estoy seguro que los últimos 1.600 millones de dólares mal
invertidos en exploración serán recuperados con creces en el futuro.
Lo
que sí constituye un error gravísimo es haber perdido 10 años sin tener
reservas nuevas para negociar los contratos de exportación de gas y de
comercialización de productos industrializados. Lamentablemente ese
terrible error lo sentiremos en las mesas de negociaciones de esos
contratos que ya están próximos.
El autor es ingeniero petrolero.
Concebido para explicar, presentar, promocionar los proyectos que tienen que ver con el desarrollo integral del Departamento de Cochabamba. Abierto a las instituciones y los profesionales que piensan y escriben sobre el tema.
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martes, 15 de septiembre de 2015
Carlos Miranda vuelve a lamentar que siendo casi la hora de negociar nuevos contratos para la venta de gas natural BOLIVIA no tenga nada que ofrecer en cuanto no tiene reservas probadas de GN que pudieran servir de garantía para tales contratos de los que depende la economía nacional. se ha perdido 10 años explotando pozos encontrados en tiempo de Goni y de Paz Zamora. la inversión cuantiosa hasta hoy está perdida.
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