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domingo, 27 de septiembre de 2015

vuelve LosTiempos a pedir claridad y transparencia en el proyecto del Tren Eléctrico. comprueba la inexistencia de estudios técnicos, financieros, ambientales y urbanísticos. porque se cambió de Yundai de Corea a JOCA de España. el juego de cifras. variación de más de 30 millones de dólares de una semana a la otra.no hay informe de licitación, ni de su adjudicación. JOCA no tiene toda la solvencia, más al contrario JOCA figura como INSOLVENTE, por lo que se exije claridad y pronto.

Es de esperar que durante los próximos días las muchas dudas que todavía pesan sobre el contrato suscrito con JOCA sean despejadas por los representantes de esa empresa y por las autoridades gubernamentales

Hace algo más de una semana, el pasado viernes 18, en este espacio editorial expusimos nuestra preocupación por la falta de transparencia con que se llevó a cabo el proceso que condujo a la suscripción de un contrato entre el Ministerio de Obras Públicas y la empresa española JOCA Ingeniería y Construcciones para la construcción “llave en mano” de un tren entre las principales ciudades que conforman el eje metropolitano de Cochabamba.

Entre los motivos de esas dudas destacábamos la inexistencia de estudios técnicos, financieros, ambientales y urbanísticos que sustentaran la viabilidad del proyecto y que justificaran la elección de la empresa española. Nos preguntábamos, además, sobre las razones que ocasionaron el abrupto cambio, en cuestión de pocas horas, de la empresa originalmente elegida, Hyundai Rotem de Corea, por la española JOCA.

Cuestionábamos también la ligereza con que las autoridades gubernamentales incurrían en contradicciones cuando se referían al monto que se destinaría a tal proyecto y a la manera como sería financiado. Finalmente, expusimos las razones en las que se fundamentaban nuestros cuestionamientos sobre la capacidad, experiencia y solvencia de JOCA para hacerse cargo de una obra tan importante para Cochabamba.

Más de una semana ha transcurrido desde entonces y las dudas no sólo que no han sido despejadas sino que se han multiplicado. JOCA ha dado datos muy diferentes a los que dio el Ministerio de Obras Públicas sobre el monto del contrato (504 millones de dólares y 537, respectivamente). Y mientras JOCA sostiene que su elección se produjo como resultado de una licitación pública internacional a la que se habría presentado en 2014, no hay información oficial sobre ninguna licitación y mucho menos sobre los criterios en los que se habría basado la adjudicación.

Las dudas sobre la solvencia técnica de JOCA tampoco han sido despejadas. Más bien, se ha confirmado que JOCA Ingeniería y Construcciones no tiene entre sus antecedentes ninguna obra similar a la que ofrece construir en Cochabamba, pues el rubro en el que se desempeña desde hace 38 años es el de obras hidráulicas. Y si bien tuvo alguna participación en obras relacionadas con el rubro ferroviario, lo hizo a través alianzas temporales con otras empresas. Es el caso de Intervías, empresa que si bien integra el mismo grupo empresarial, mantiene su propia estructura, muy diferente de la que se adjudicó el tren metropolitano cochabambino.

Las dudas son aún mayores en lo que a la real situación financiera de JOCA se refiere, como lo confirman las dificultades que actualmente afronta en su lugar de origen para cumplir con sus obligaciones contractuales. Por otra parte, la versión según la que su estado de insolvencia habría sido superado mediante una inyección de capitales proporcionada por Icadi no resulta convincente, pues no se ha proporcionado ninguna información que avale la situación legal y la capacidad financiera de los nuevos accionistas mayoritarios.

Con esos antecedentes, y como lo decíamos hace algo más de una semana, sólo cabe esperar que las dudas expuestas sean despejadas durante los próximos días como se ha prometido.

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