El mismo presidente de los Estados Unidos, señor Obama, ha reconocido que Bolivia hace muy poco para combatir contra la cocaína y la coca. Naturalmente su voz fue escuchada en todo el mundo y mis parientes repartidos por el planeta, por lo que una de mis tías cochabambinas de apellido Quiroga me llamó desde Berlín (Alemania) para rectificar o ratificar esa información ante sus amigos salchicheros con quienes trabaja.
—¿Podría comunicagme con mi sobrino Paulino Huanca, más conocido pog sus paguientes alemanes como Von Paulus?
—Su sobrino no se halla en La Paz, sino en Ivirgarzama, zona del Chapare, donde tendría que llamarle a su teléfono móvil.
—¿Qué cagajo hagá mi sobrino en esas guegiones cocalegas? Hola sobrino, te llamé a La Paz y guesulta que estás en Iviggagzama, ¿qué cuegnos haces en el Chapague?
—Hola tía Clotilde von Karajan Quiroga. Estoy celebrando con los chapareños la primavera de la coca, que es una fiesta de amor, de prosperidad y abundancia, más o menos parecida a la fiesta de la cerveza en München o Munich, capital de Bavaria.
—¿Cómo es en el Chapague la fiesta de la Primavega de la coca?
—Elegimos a nuestra reina de la primavera de la coca, que por casualidad se llama Evita, y la bañamos en champaña antes de coronarla.
—¿Pego eso debe resultag muy cago, no?
—Aquí y en toda la región tenemos mucha plata. El mismo Vicepresidente del Estado, señor García Linera, ha admitido que la cocaína contribuye con 700 millones de dólares a la riqueza de los bolivianos.
—Eso es mucho dinego, sobrino. ¿No estagá exagegando la suma?
—Yo calculo que es mucho más tía Von Karajan Quiroga.
—El presidente de EEUU, señog Obama, ha descegtificado a Bolivia en este asunto de coca y cocaína...
—Pero nuestro presidente Evo ha descertificado a Obama y le ha dicho que no tiene la suficiente moral para criticarnos.
—Dime, sobrino, ¿qué haces tú en el Chapague?
—Ya te lo dije tía Von Karajan: mi comadre Macacha y yo celebramos la fiesta de la primavera de la coca, pues ella tiene arrendados varios catos de coca a comunarios chapareños y ambos venimos cada cierto tiempo a cobrar nuestros alquileres.
—Pego esos catos de coca y su rendimiento son de tu comadre, la chola cochabambina.
—No le digas chola porque esa palabra ya está prohibida, tienes que decirle “esa señora con pollera”.
—¿Entonces ya no existen los sándwiches de chola?
—Ya no existen, querida tía Von Karajan, ahora se llaman “sándwiches de señora con pollera”.
—¿Seguigás celebrando el día de la primavega en el Chapague?
—Así será tía Von Karajan Quiroga porque somos un país cocalero: en la Constitución se dice que la coca es una hoja sagrada; tenemos un ministerio de la Coca, el Ministro de la Presidencia apellida Coca y el Gobernador de La Paz es un señor que apellida Cocarico, ¿qué más quieres?
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