El periódico Los Tiempos y los senadores de la Cámara Junior de Cochabamba decidieron honrar a don Joaquín Aguirre Lavayén y a este periodista con motivo del Bicentenario de la gesta libertaria que protagonizaron los patriotas para conquistar la libertad de nuestros pueblos y conformar una nueva nación que se llamaría y se llama aún Bolivia.
El homenaje que recibiremos los nombrados me parece muy justo en lo que se refiere al ilustre cochabambino don Joaquín Aguirre Lavayén, prestigioso hombre de letras, exitoso empresario y realizador de una obra que comunica a Bolivia con el océano Atlántico como es Puerto Aguirre, por el cual exportamos nuestra soya y otros productos allende los mares. La vida y la obra de Aguirre Lavayén merecen ese homenaje, mientras que el mío me causó sorpresas porque no he nacido en Cochabamba y no he realizado ninguna obra de cierta magnitud ni en el campo literario ni en la realización empresarial.
Sólo sé que mis padres fueron cochabambinos y tal vez ellos se encargaron de dotarme de un corazón cochabambino del cual fluye un caudal rojo que es valiente en la guerra y es sonriente en la paz, como son los quechuas que habitan en nuestros valles y también en tierras altas.
Mañana, don Joaquín y yo recibiremos ese homenaje que agradecemos el grande Joaquín y el pequeño Paulovich, quien para no desentonar en esta época de exaltación originaria cambió temporalmente su nombre literario de Paulovich al de Paulino Huanca, que me acerca espiritualmente a un famoso Mallku de Achacachi.
Quiero subrayar mi agradecimiento al periódico Los Tiempos de Cochabamba y a su noble Director por ser parte principal del homenaje a dos cochabambinos, uno de estirpe y de nacimiento y otro de corazón ligado a los Prudencio y a los Claure, y también a los Quiroga como casi todos los cochabambinos.
Respecto del gran matutino que fundó Demetrio Canelas y que los cochabambinos que saben le llaman el Times from Cochabamba, ya existió en la época del incario con el nombre de El Timpu y su director fue don Túpac Canelas, según últimas revelaciones de unos yatiris que actualmente asesoran a algunos personajes del Gobierno actual que inventaron la wiphala y el amauta Mejillones que coronó en Tiwanacu a nuestro actual Presidente, haciéndolo quedar mal al Mandatario al ser descubierto fabricando y portando cocaína.
Por ése y otros motivos no creo mucho en los mencionados yatiris y pongo en duda su versión de que Los Tiempos ya existía en tiempos del incario.
Hoy y mañana estaré en Cochabamba rodeado de mis amigos senadores de la Cámara Junior y de mis amigos y parientes a quienes reitero que soy cochabambino de corazón y que me siento orgulloso de ser paceño y por haber sido su diputado, su concejal y también su Alcalde durante cuatro meses.
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