El presidente Evo Morales, pidió hoy a inspectores de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes de la ONU (Jife) que apoyen su petición de despenalizar el masticado de hoja de coca o "acullico", pero reconoció que no logró convencer a todos.
El mandatario hizo el anuncio tras reunirse por más de una hora en La Paz con cuatro miembros de esa entidad, encabezados por su presidente, el iraní Hamid Ghodse.
Morales, líder de sindicatos de cultivadores de coca, base para fabricar cocaína, reiteró a los inspectores su crítica a la convención de la ONU sobre estupefacientes de 1961, que Bolivia denuncio en julio, y les pidió despenalizar el "acullico" para, según él, "reparar un daño histórico".
"Creo que hemos convencido a algunos de sus miembros, pero también hay algunos técnicos que siento que todavía no entienden", reconoció el mandatario en rueda de prensa posterior.
Según Morales, la misión le dijo que la Jife debe hacer respetar la convención, que prohíbe el "acullico" y califica a la coca de estupefaciente, y él replicó que si en 50 años no se pudo eliminar esa hoja, ni su consumo por una parte de los bolivianos, "nunca" se logrará cumplir esa disposición.
Según la ONU, los cultivos de coca han aumentado en Bolivia de 25.400 a 31.000 hectáreas desde que Morales llegó al poder en 2006.
El retiro de Bolivia de la Convención antidrogas será efectivo el próximo 1 de enero, pero el Gobierno dice que pedirá su readmisión, aunque con una reserva sobre la prohibición del masticado de coca.
La Jife criticó esa decisión de Bolivia y llamó a la comunidad internacional a no aceptar "ninguna propuesta en la que los gobiernos utilicen el mecanismo de denuncia y vuelvan a adherirse con reservas", pensando que así se liberan de obligaciones.
La reunión de Morales con la misión de la Jife fue tensa y el mandatario no estrechó las manos de los inspectores ante las cámaras, como es habitual, constataron camarógrafos y fotógrafos que cubrieron la reunión.
Morales dijo que también solicitó a la Jife que ayude a Bolivia con tecnología para la lucha antidrogas, sobre todo helicópteros y radares, petición que también ha hecho a la Unión Europea.
Al concluir la reunión con el presidente, Ghodse y el resto de la delegación de la Jife participaron en un acto preparado en la Cancillería para escenificar el consumo de la coca.
Los inspectores de la Jife visitarán este viernes la región central del Chapare, principal zona boliviana productora de coca y feudo político y sindical de Morales.
Bolivia es el tercer productor mundial de coca y cocaína, tras Colombia y Perú, y el mayor proveedor para los países del Cono Sur, según la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (Undoc).
Morales presentará el sábado un informe sobre la labor de sus fuerzas antinarcóticos, que hasta noviembre han decomisado 31 toneladas de cocaína y han destruido más de 10.000 hectáreas de coca, según cifras oficiales.
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