Oferta de enclave
Gonzalo Molina
Llegado un historiador chino a París fue requerida su opinión
sobre los efectos sociales de la Revolución Francesa, su respuesta fue: “son acontecimientos
recientes, deberá pasar un tiempo (dinastías) para calificar su
influencia”. Y esto sucede con los tratados de delimitaciones fronterizas
entre países o estados. Muy finamente acabados y protegidos por Ley, resultan
ser efímeros y debieran referirse siempre al penúltimo tratado, el siguiente
será igual.
La oferta del Presidente Piñera de un enclave costero con
plataforma marina al norte de Arica en caso de que la Corte Internacional
de La Haya declare favorable el juicio a favor de Chile, es curiosamente
muy parecido a otro procedimiento suscrito el 18 de Mayo 1895 entre
el Ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Luis Barros Borgoño y el
Embajador de Bolivia en Chile Heriberto Gutierrez ofertando Tacna y Arica a
Bolivia en caso que resultare favorable a Chile el plebiscito entonces
pendiente sobre la soberanía de Tacna y Arica que llegando a un acuerdo,
tampoco tuvo efecto. El artículo primero disponía textualmente:
“Si a consecuencia del plebiscito que haya de tener lugar, en
conformidad al Tratado de Ancón (con Perú), o en virtud de arreglos directos,
adquiriese la Republica de Chile dominio y soberanía permanente sobre los
territorios de Tacna y Arica, se obliga a transferirlos a la República de
Bolivia, en la misma forma y con la misma extensión que las adquiera sin
prejuicio de lo establecido en el artículo II”. El artículo II estipula
que si se verificaba esta cesión, “Chile avanzaría su frontera norte de
Camarones a la quebrada de Victor, desde el mar hasta tocar con el límite que
actualmente separa esa región” de Bolivia.
El artículo cuarto del Tratado se ponía en caso que el plebiscito
en Tacna y Arica le fuera desfavorable y no pudiera cumplir su compromiso de
cesión de ambos territorios a Bolivia. En esa eventualidad Chile “se compromete
ceder a Bolivia la caleta de Vitor hasta la quebrada de Camarones, u otra
análoga y además la suma de cinco millones de pesos de plata, de 2.5 gramos de
peso y 9 décimos de fino”.
El historiador Alberto Crespo Gutierrez escribió “…….. el resultado
final tenía que ser la cesión de Arica, de Vitor o, en último caso, de una
caleta análoga pero no el enclaustramiento”
El ex Canciller Guillermo Bedregal, refiriéndose a este acuerdo
lamentó que por problemas de política interna, dicho Tratado, no fue
ratificado.
En la actual coyuntura, el ofrecimiento del Presidente Piñera,
Febrero 2013, de un enclave al norte de Arica, sin mayores especificaciones,
está también condicionado al fallo de la Corte Internacional de La Haya y no se
haría efectivo en caso de que el fallo, no fuera favorable a Chile. No tenemos
conocimiento de que el ofrecimiento fuera hecho de manera oficial por
conductos diplomáticos. Sin embargo destacamos algo que está en el
ambiente chileno y fue discretamente mencionado. La Corte Internacional de
Justicia de La Haya puede comprometer la posibilidad de una salida soberana al
mar a Bolivia.
Pudiera o no ser, lo importante es no perder la brújula,
dejemos de golpear al mismo clavo con el mismo martillo, con nuevos y
creativos argumentos ciertamente encontraremos mejores respuestas y que
quede claro, esos novedosos argumentos están en pleno proceso de
maduración.
Cochabamba Febrero 2013.
Gonzalo Molina Osio
Ex Senador de la República.