A propósito del hundimiento de la plataforma principal del paso a desnivel de la Av. 6 de agosto en nuestra ciudad, se ha desatado una polémica entre el Presidente del Estado y el Alcalde de Cochabamba.
Como corresponde, el gobierno municipal ha anunciado el inicio de investigaciones para determinar con precisión el desastre y adoptar las correcciones pertinentes, determinar las causas que lo provocaron e identificar y procesar a sus responsables, lo que incluye investigar las diferentes etapas que la construcción de una obra de esta naturaleza requiere.
Es decir, se trata de investigar un proceso que, más allá de buenas o dobles intenciones, involucra a las anteriores autoridades del gobierno municipal que, como se sabe, eran del MAS.
En ese escenario, el Presidente del Estado ha asegurado que “la oposición” está magnificando el daño y que lo hace “por política”. Y el Alcalde ha respondido que con el tema él “no hace política”. Es decir, las cabezas de los niveles estatales más importantes del país y del departamento, que con toda legitimidad han ingresado a la arena política para alcanzar esos puestos, nos dicen que no hacen política.
Se trata, por donde se analice, de una preocupante distorsión, porque ellos deben hacer política, pues ese es su oficio, que, por lo demás, no es fácil. Imagínense los lectores si tienen un dolor de muelas y acuden al dentista y éste decide no hacer odontología... Son políticos por esencia y tienen instrumentos que la Constitución y la leyes les permiten utilizar para traducir sus propuestas programáticas con las que han seducido a sus electores en acciones concretas.
Y si no quieren ejercer esos mandatos, lo que correspondería es que abandonen la política que, ampliamente entendida, tiene como objetivo, precisamente, administrar el Estado en sus diferentes niveles.