El matutino cruceño El Nuevo Día ha publicado lo que sigue:
El prefecto Manfred Reyes Villa pidió ayer, al presidente Evo Morales que deje el cargo como la mejor solución a la crisis política y social que causó en los 18 meses de Gobierno mediante la polarización del país y poner a los bolivianos al borde de una guerra civil.
Reyes Villa, quien reapareció ante los medios de prensa tras una prolongada ausencia, acusó al Jefe de Estado de haber empujado a los bolivianos a una división regional y de sembrar el odio entre los denominado “indios y k’aras” y de no tener la capacidad política ni operativa para impulsar el desarrollo en los nueve departamentos y generar empleos.
Recordó que Morales tras asumir la Presidencia de la República prometió que en su gobierno no habría un solo muerto y si eso pasaba estaría dispuesto a dejar la presidencia. “Hoy tenemos más de 28 bolivianos caídos como consecuencia de su lógica de confrontación y el riesgo de que en cualquier momento sean cientos más. Ante tal peligro, corresponde recordarle al Presidente que el principio de salida a esta crítica coyuntura pasa porque él cumpla su promesa; que sea consecuente con su compromiso y deje la Presidencia”, dijo.
“Después del 11 de enero abrazamos la convicción de que la mejor forma de contestar a los ataques del Gobierno era la gestión del desarrollo y no entrar en la polémica. Hoy (ayer) hemos decidido que no podemos mantenernos al margen de una coyuntura en que Bolivia se prepara a defender la democracia, el orden constitucional y las libertades fundamentales”, preció Reyes Villa, al recordar que en un año y casi ocho meses Evo demostró que carece de capacidad de gestión pública y de manejo de conflictos, “limitaciones que han sumergido al país en crisis económica y de conflictividad”.
Tras el pedido de renuncia que hizo Reyes Villa al presidente Evo Morales, el diputado Jorge Ledezma del MAS y el alcalde de Quillacollo, Hugo Miguel, anunciaron, por separado, la movilización de 38 municipios cochabambinos en rechazo a esas declaraciones y en demanda a la dimisión de la primera autoridad departamental. Ledezma calificó, ayer las declaraciones del Prefecto como una acción desesperada y en defensa de la oligarquía boliviana que junto a los partidos tradicionales empieza a sentir el proceso de cambio que ejecuta el Presidente en Bolivia, lo cual afectó sus intereses tras haber perdido toda influencia y benéficos del gobierno central que antes tenía. ANF
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