Bolivia: Sistema bancario y "control social"
En un nuevo intento por complicarle la vida al sector privado exitoso y acumular aun más poder, Evo Morales ha intervenido el mercado bancario de Bolivia en nombre del “control social”. En las preocupantes condiciones económicas actuales del país, una medida de esta naturaleza tan sólo puede traer aparejada más subdesarrollo y marginalidad.
Para lograr el referido objetivo, el MAS ha comenzado por cambiar el nombre de la Superintendencia de bancos a “Autoridad de supervisión de entidades financieras”, organismo que ha arrebatado de manos del ministerio de hacienda y ha colocado a las órdenes del poder ejecutivo.
El partido reinante, a sabiendas de que muchos empresarios bancarios integran las filas de la oposición, se ha decidido a estrangular a los bancos, imponiéndoles restricciones a la compra-venta de divisas extranjeras y nuevos encajes bancarios, las que hasta el momento constituían sus principales fuentes de sus ingresos. Este conjunto de medidas irracionales ha precipitado la renuncia de Marcelo Zabalaga, ahora ex superintendente de bancos en Bolivia.
En cuanto al rol gubernamental en materia de regulación bancaria, importa recordar la comparación entre un sistema de banca libre y uno de planificación centralizada. Un sistema de banca libre se caracteriza por la capacidad de los bancos de entrar y salir del mercado sin trabas burocráticas, la capacidad de emitir papel moneda privado y la libertad de decidir sin imposiciones el porcentaje de depósitos que se reservan en el banco (encaje bancario) y el porcentaje de depósitos que se pueden convertir en préstamos. La tasa de interés aplicada y las condiciones sobre las que se puede otorgar un crédito, son en un sistema de banca libre, el mero resultado de la acción de oferentes y demandantes de servicios financieros.
En cambio, en un sistema socialista con planificación centralizada, el gobierno cuenta con:
- El monopolio de la emisión de moneda de curso legal
- La capacidad de decidir arbitrariamente acerca de la cantidad de dinero que los bancos tienen obligación de reservar para hacer frente a sus obligaciones financieras y la cantidad de dinero que los bancos pueden prestar.
- La posibilidad de dictar la tasa de interés que se pagará sobre el dinero depositado o el crédito otorgado, las garantías crediticias que deben exigirse e incluso los plazos de duración de los créditos.
¿Cuáles son los problemas usualmente vinculados con un sistema de planificación centralizada en materia bancaria? El monopolio de la emisión de moneda en manos de un gobierno socialista, cuya principal actividad consiste en multiplicar todo el tiempo los llamados “programas sociales”, conlleva en el mediano plazo a la emisión de moneda espuria (mero papel pintado sin ningun tipo de respaldo) con el objetivo de pagar el enorme gasto público que siempre terminan enfrentando.
Esta inyección artificial de moneda circulante en los mercados, carcome el poder adquisitivo de la moneda y termina siempre en un aumento generalizado y sostenido del nivel de precios, lo que los economistas conocen como impuesto inflacionario, el único imposible de evadir y que tan solo logra redistribuir pobreza a todo un país. Los casos de hiperinflación descontrolada abundan en la región latinoamericana, donde algunos países han debido adoptar medidas mas drásticas tales como la dolarización o la convertibilidad en monedas extranjeras sanas intentando poner freno a la sed de gasto de sus gobiernos socialistas.
La capacidad de decidir en materia de tasas de interes (con el objetivo de manipular los porcentajes de atesoramiento, ahorro, consumo o inversión de los habitantes de un país) normalmente conlleva a la expansión antieconómica del crédito, como bien se ha visto en la crisis financiera que hoy en día enfrentan los Estados Unidos.
Por otro lado, el sistema de banca libre ha sido probado con éxito en otras zonas del mundo. El ejemplo más reciente lo brinda Hong Kong, principalmente durante el período 1935-1964, en que su economía supo crecer de manera extraordinaria.
En el índice de libertad económica 2009 de la fundación Heritage de Washington DC, Bolivia aparece en el puesto número 130 de un total de 180 países analizados, es decir entre los 50 países con menor libertad económica del mundo, grupo que también integran sus aliados: Venezuela, Cuba, Irán, Ecuador y Argentina. Las medidas apuntadas a la planificación central del sector bancario, no podrán mas que empeorar la calificación de Bolivia en un futuro, espantando toda posibilidad de que el país atraiga inversores estranjeros de algun tipo.
En resumidas cuentas, una mayor planificación centralizada del sector bancario en Bolivia, lejos de procurar un mayor control del pueblo boliviano, conllevará a profundizar el desastre económico. Situación que combinada con las precarias condiciones institucionales, sociales y políticas del país, tan sólo puede conducir a profundizar el caos.
* El autor es director ejecutivo del Hispanic American Center for Economic Research (HACER) en Washington DC.
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