Disidentes cubanos conmemoran desde el lunes los siete años de la detención de 75 de ellos con un homenaje póstumo a Orlando Zapata, el preso muerto tras dos meses y medio de huelga de hambre, y prevén rendir tributo a Guillermo Fariñas, quien cumple una protesta similar. Una cuarentena de Damas de Blanco, esposas de y familiares de los 75 disidentes condenados en la primavera de 2003, iniciaron la conmemoración con otros disidentes, en la casa de su líder, Laura Pollán. “Hemos dado inicio a la jornada Séptimo Aniversario de la Primavera Negra y este primer día lo dedicamos a Zapata”, dijo Pollán. En el homenaje a Zapata, que incluyó una vigilia en casa de Pollán y una caminata pacífica, sin incidentes, hasta un templo católico en el centro de La Habana, participó su madre, Reina Tamayo, quien exige al gobierno de Raúl Castro “exhumar el cadáver de su hijo para que el mundo conozca las causas reales de su muerte”. Tamayo, que también exige a las autoridades cubanas el certificado de defunción de Zapata, insiste en que el Gobierno “asesinó premeditadamente” al albañil negro de 42 años, aunque las autoridades sostienen que le prestaron atención médica especializada. “Espero que esta jornada dé un impulso para luchar por los que quedan en prisión”, explicó Tamayo, quien vestía una camiseta blanca con la imagen de su hijo y llevaba un crespón negro. Hasta el domingo las Damas de Blanco, premio Sajarov 2005, rezarán por sus familiares y realizarán conferencias y marchas silenciosas “todos los días, para que el mundo conozca nuestra lucha”, dijo Pollán. Destacó que la jornada de hoy estará dedicada a Fariñas, de 48 años, que inició hace 18 días una huelga de hambre y sed, reclamando la libertad de 26 presos políticos que asegura están en delicado estado de salud. Unos 200 partidarios del Gobierno de Cuba repudiaron ayer en las calles de La Habana una marcha de protesta de las Damas de Blanco, familiares de presos políticos, y durante un intercambio verbal fue detenido un hombre no identificado. /AFP
Opositor torturado está grave
La organización Directorio Democrático denunció ayer en Miami que el prisionero político cubano Ricardo Galbán Casals, en huelga de hambre desde el pasado 8 de marzo, se encuentra con la salud muy deteriorada por las torturas a que le ha sometido el régimen castrista. El estado de salud de Galbán, de 41 años, que padece de asma crónica y enfisema pulmonar, se agravó el pasado domingo tras ser aislado en una celda de castigo de la prisión provincial de Guantánamo y ser dejado sin beber agua durante cinco días. Asimismo, el disidente cubano Guillermo Fariñas se halla en huelga de hambre desde hace veinte días y su estado de salud es muy delicado. Fariñas, sicólogo y periodista de 48 años, comenzó su ayuno tras la muerte de Zapata para pedir al presidente cubano, general Raúl Castro, como “gesto humanitario”, que excarcele a 26 presos políticos que están muy enfermos. /EFE
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