El presidente Luiz Inácio Lula da Silva anunció la aplicación de un plan antidrogas sin precedentes en sus zonas fronterizas, mientras los asistentes a un encuentro que consideró el tema coincidieron en que la ruta del 80 por ciento de la cocaína boliviana que entra en ese país pasa por la ruta San Matías-Cáceres, según medios de Brasil.
Lula calificó de una plaga al consumo de droga en su país, por lo que dijo que gestiona un acuerdo con Bolivia para controlar las fronteras, donde se hará un esfuerzo conjunto nunca visto para combatir el narcotráfico.
Recientemente, el candidato presidencial opositor del Partido Socialdemócrata de Brasil, José Serra, afirmó que el Gobierno boliviano es cómplice en el tráfico de drogas a Brasil y abogó por un control más intenso en fronteras.
Lula dijo que el consumo de drogas es una epidemia en su país, lo que llevó al Gobierno brasileño a destinar unos 226,3 millones de dólares este año para combatir al narcotráfico, el tratamiento de adictos y campañas de prevención. Lanzado el 20 de mayo, el Plan Integrado de Lucha Antidrogas abarca acciones de nueve ministerios, Poder Judicial y entidades de la sociedad civil para desmontar las redes de traficantes.
Se pondrá énfasis en las regiones fronterizas con Paraguay, Bolivia, Perú y Colombia, donde se instalarán 11 bases móviles y fijas. Las acciones tendrán el apoyo de las Fuerzas Armadas e involucrarán a la Policía Federal y a la Policía Caminera Federal, que articularán sus acciones con las policías estatales.
Será creada una unidad de inteligencia estratégica para intercambiar información entre las unidades y para el levantamiento cartográfico de rutas de tráfico y laboratorios de refinación.
Otro objetivo del Gobierno de Lula, en este sentido, es duplicar el número de camas en los centros de rehabilitación.
Lula informó que habrá reuniones con prefectos, gobernadores y organizaciones sociales para analizar cómo combatir la drogodependencia y la forma de tratar a los consumidores.
“Actualmente hacemos una gran cantidad de cosas separadas contra el narcotráfico, pero tomamos la decisión de unificar todas las políticas públicas del Gobierno federal para construir, junto a los poderes estatales y municipales, una propuesta para erradicar el tráfico de drogas de la sociedad brasileña”.
Cáceres, un narcomunicipio brasileño
La economía de Cáceres, ubicado en la frontera con Bolivia, quebraría si acabara el tráfico de pasta base, según el juez anticrimen y de ejecución penal Alex Nunes Figueiredo, quien destacó que el 80 por ciento de la droga que ingresa en Brasil procedente de Bolivia pasa por ese municipio, según la Gazeta Digital de Cuiabá, Mato Grosso.
Datos oficiales revelan que el 41 por ciento de los hombres y el 97 por ciento de las mujeres en prisiones de ese estado vulneraron las leyes antidrogas.
Entre el jueves 10 y el viernes 11 de este mes se realizó en Mato Grosso el Segundo Encuentro de la Frontera con el objetivo de discutir formas efectivas de combatir el tráfico de estupefacientes.
De acuerdo con el mencionado medio, los asistentes debatieron el tema de Bolivia a puerta cerrada, pero extraoficialmente apuntaron que desde que Evo Morales asumió la Presidencia de Bolivia aumentó considerablemente la cantidad de cocaína en Brasil.
El acontecimiento contó con la presencia de procuradores, jueces, políticos, policías y militares de Mato Grosso, Mato Grosso del Sur, Goias, Rondonia y otros diez estados brasileños, además de representantes del Gobierno boliviano.
El procurador general de justicia de Mato Grosso, Marcelo Ferra, anotó que, además de una política pública de represión al narcotráfico, es necesario un “endurecimiento de las relaciones externas. Tenemos que llamar a Bolivia para conversar. Bolivia podría hacer más”.
El comandante de la Policía de San Matías (Santa Cruz) municipio fronterizo con Brasil, capitán Álvaro Pérez, señaló que la Unidad Móvil de Patrullaje Rural (Umopar) trabaja en la zona con financiamiento de Estados Unidos. Sin embargo, dijo que los recursos para mantener el trabajo de este equipo disminuyeron después de 2006.
En opinión del teniente Marco Hurtado, también de la Policía de San Matías, uno de los motivos para el fácil ingreso de estupefacientes en Brasil es la forma en que la población boliviana ocupa el territorio. “Allá es diferente. Ustedes ocupan el área rural y los bolivianos nos quedamos en las ciudades, y las fronteras quedan abandonadas”.
Asistentes al encuentro recordaron que recientemente el Gobierno boliviano intensificó la interdicción, pero los últimos números parecen no dar razón a esa versión. En todo 2009, la Policía se incautó de más de una tonelada de estupefacientes y hasta inicio de junio de este año, los decomisos llegaron a 650 kilos.
Según el juez Nunes Figueiredo, “Cáceres no tiene industria ni infraestructura y posee una economía basada en el río Paraguay, que no es aprovechable cuatro meses al año. La ganadería no genera riqueza. Es una ciudad que tiene un patrón de vida un tanto alto y me pregunto de dónde viene ese dinero”.
El coordinador del Grupo de Actuación Especial de Combate al Crimen Organizado (Gaeco), Paulo Prado, opinó que se debe controlar la frontera con radares, ejercer vigilancia satelital, aumentar el número de efectivos y adquirir aviones no tripulados.
Droga y dinero van a Argentina
La Policía argentina efectuó entre jueves y viernes dos operativos que lograron desbaratar una banda que se dedicaba a lavar dólares presumiblemente para una organización de narcotraficantes bolivianos, en tanto que en la población de Salvador Mazza, fronteriza con Tarija, detuvo dos cisternas con registro de Bolivia que llevaban 100 kilos de cocaína.
En el primer caso, los uniformados capturaron a seis personas y secuestraron dinero y documentación probatoria de maniobras de lavado de dinero e infracciones a las leyes argentinas cambiaria y tributaria.
Este grupo compraba diariamente hasta 500.000 dólares en casa de cambio. Dos mujeres reclutaban en las calles a personas a quienes, a cambio de una comisión de siete a diez dólares, adquirían, presentando sus documentos de identidad, entre 15.000 y 20.000 dólares.
Según FM Alba de Salta, en la frontera próxima a Yacuiba, Gendarmería interceptó dos camiones en los que, al ser revisados, se encontraron cien kilos del alcaloide. Los choferes fueron detenidos.
Los hechos
La FELCN se incautó de 14,3 toneladas de cocaína entre el 1 de enero y el sábado 29 de mayo.
De ese total, 13,1 toneladas son de pasta base y 1,2 toneladas son de clorhidrato de cocaína.
En ese periodo, la fuerza antidrogas capturó a 1.634 personas, quienes fueron puestas a disposición de la Fiscalía.
En esos cinco meses, fueron destruidas 615 fábricas del alcaloide, al igual que 853 pozas de maceración.
Además se secuestraron 477.951,44 kilos de hoja coca natural o prensada que era transportada ilegalmente.
Con ese volumen pudo ser posible fabricar alrededor de 1.300 kilos de pasta base de cocaína.
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