El informe anual sobre terrorismo presentado ayer por el Departamento de Estado de Estados Unidos incluye un acápite que da cuenta de la presencia en Bolivia de pequeños grupos de militantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) y de Sendero Luminoso, ambos de Perú.
El reporte destaca que la colaboración brindada por el Gobierno boliviano en 2009 a la lucha contra el terrorismo “ha sido mínima (y) no tenemos información de que éste aplique medidas efectivas contra el terrorismo”.
En el documento se lee que Latinoamérica hizo el año pasado “modestos esfuerzos” para enfrentar este mal, elogia a Colombia, Argentina y México, y critica, además de Bolivia, a Venezuela y Nicaragua, gobernados por izquierdistas.
Washington refiere que a pesar de que Estados Unidos “tiene recursos para proveer entrenamiento a las fuerzas antiterroristas de Bolivia, ésta rechazó la posibilidad de enviar personal para atender estos programas”.
Según EEUU, Venezuela redujo la cooperación antiterrorista al mínimo, por lo que suspendió la provisión de armamento y material bélico, en tanto que Nicaragua tiene un sistema judicial corrupto y politizado, “que puede ser aprovechado por los terroristas”.
Cuba, Siria, Sudán e Irán son los países peor calificados, pero la Cancillería de La Habana exigió su exclusión de esa lista.
Ayer, en un acto celebrado en el Palacio Quemado, el presidente Evo Morales atacó ese informe al asegurar que Estados Unidos acoge en su territorio a delincuentes, corruptos y terroristas.
“Decía en algún momento que no sólo las políticas de saqueo a nuestros recursos naturales, de explotación y de discriminación eran enemigas del pueblo boliviano, sino uno de los enemigos principales es la corrupción. En estos tiempos, los grandes corruptos de cuello blanco escapan a Estados Unidos”.
“Lamento mucho que la Administración Obama recicle a los delincuentes, no sólo bolivianos sino latinoamericanos. Por ahora, algunos cuestionamos esas políticas internacionales, pero estoy seguro que queda poco tiempo, las nuevas generaciones se darán cuenta perfectamente de lo que está pasando”.
El documento de Washington agrega que “el Grupo de Acción Financiera Internacional identificó a Bolivia como un país con deficiencias estructurales en sus unidades de detección de lavado de dinero y activos, así como de hallar mecanismos de financiamiento al terrorismo”.
Este Grupo es un organismo internacional cuyo propósito es desarrollar y promocionar políticas para combatir el lavado y el financiamiento al terrorismo.
La Casa Blanca lamenta que La Paz profundice su vinculación con Irán, “un Estado promotor del terrorismo. Así, el 24 de noviembre (del año pasado), el presidente iraní Mahmud Ahmadinejad visitó Bolivia como parte de una gira por cinco países de Latinoamérica”.
También recuerda que el 16 de abril de 2009, un equipo de élite de la Policía boliviana “irrumpió en un hotel en la ciudad de Santa Cruz, donde entabló un tiroteo y mató a tres individuos procedentes de Hungría, Irlanda y Rumanía supuestamente vinculados a un grupo irregular previamente detectado y que pretendía dividir al país y asesinar al Presidente”.
Consultado ayer sobre el particular, el vicepresidente Álvaro García Linera se preguntó: “¿Que no hemos hecho lo suficiente para combatir el terrorismo?” y se respondió a sí mismo: “Sí, porque no hemos acabado de agarrar a todos los malhechores involucrados en el separatismo, y los vamos a agarrar por pedido del Departamento de Estado a todos los que querían hacer separatismo aquí en Bolivia. ¡Terroristas!”.
El Mandatario se refirió al grupo de Eduardo Rózsa Flores, al que Washington hace referencia en su informe, y añadió que “quizás el Departamento de Estado tenga razón, porque falta agarrar a los que financiaron el enfrentamiento entre bolivianos, porque se ha detectado la parte operativa (de la célula), pero falta identificar a los financiadores”.
“Nuestro país va en contraflecha”
Al conocer el informe de la Casa Blanca sobre el terrorismo, el ex viceministro de Defensa Social Ernesto Justiniano (2001) sostuvo ayer que “Bolivia va en contraflecha a la comunidad internacional, pues pretende aplicar políticas de nacionalización de la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo, que son primos hermanos, mientras que las mafias dedicadas a estas actividades son trasnacionales y para enfrentarlas se requiere una acción global”.
Justiniano apuntó que lo que efectivamente el Gobierno debería nacionalizar es la erradicación de cultivos ilegales de coca y la interdicción a la hoja de coca ilegal para que se muestre a la comunidad internacional que nada tiene que ocultar en esta materia, así como en la lucha contra organizaciones terroristas.
“Da la sensación de que al esconder del mundo los mecanismos de lucha contra el narcotráfico y el terrorismo se genera corrupción, que es lo que en última instancia se trata de no mostrar. El Gobierno debe dar certidumbre en la lucha antidrogas y antiterrorismo, pero desgraciadamente no hay testigos creíbles para certificar sus éxitos en la lucha contra estos males”.
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