El fiscal José Villarroel puso en duda la versión del senador masista Fidel Surco, quien ayer dijo que el lunes por la mañana no manejaba la vagoneta que embistió a un vehículo en una avenida de El Alto, sino su chofer. Por ello, lo imputó de la presunta comisión del delito de conducción peligrosa.
Alrededor de las 10.50 del lunes, Surco iba, en completo estado de ebriedad —junto a su asistente Édgar T., quien se encontraba igualmente ebrio, al mando de un motorizado que causó un choque. Trató de huir y fue detenido por vecinos que lo filmaron y fotografiaron. Amenazó con que haría dar de baja a los policías que lo arrestaron.
La Policía lo protegió a tal grado que el fiscal Villarroel no pudo interrogarlo y se le tomó la prueba de alcoholemia ocho horas después del hecho, tiempo durante el cual durmió y eliminó el alcohol, aunque su sangre contenía el doble del índice permitido por el Código de Tránsito.
El representante del Ministerio Público basó su decisión en las informaciones preliminares que recogió, así como en el testimonio de Édgar P. S., efectivo de la Fuerza Aérea Boliviana cuyo automóvil fue chocado por el de Surco.
“Estamos valorando todos los elementos que se ha podido colectar hasta este momento; hemos podido evidenciar algunas, no contradicciones, pero sí imprecisiones (en la versión de Surco) y algunos hechos que deben ser investigados. De todas maneras, hemos podido emitir un criterio”.
La víctima declaró al Fiscal que al sentir el fuerte impacto en la parte trasera de su coche, vio a los ocupantes del vehículo que lo embistió; estacionó su vagoneta y al acercarse al infractor para reclamar, observó que Surco estaba ante el volante. El Fiscal indicó que convocará a tres testigos que ratificarán esa versión.
Por ello, Villarroel dijo que “al haber hallado indicios de participación, de probabilidad de autoría, se imputa al senador Surco de la presunta comisión del delito de conducción peligrosa”, que es sancionado con reclusión de seis meses a dos años.
Ayer por la mañana, en el Palacio Legislativo, Surco admitió, en conferencia de prensa, que si bien él estaba ebrio, su chofer estaba sobrio y llevaba la vagoneta a tiempo de producirse la colisión.
En tal caso, la vagoneta debió tener tres ocupantes, pero sólo había dos, que durmieron unas ocho horas hasta recuperar la conciencia.
“Deseo pedir disculpas a toda la población, al Presidente, a mis colegas asambleístas, a la gente que me confió su voto, a los periodistas por no poder darles una declaración ayer y especialmente a mi familia por verme involucrado en un incidente fortuito. Había consumido bebidas alcohólicas, pero deseo aclarar que yo no conducía el vehículo, ya que tengo un chofer que estaba sobrio y que fue en busca de ayuda en el momento”.
Surco dijo que dio la impresión de que llevaba el volante, pues la puerta del lado derecho no podía abrirse a causa del fuerte impacto y tuvo que salir por la izquierda, aunque las declaraciones de los testigos dan cuenta de que el asistente de Surco estaba dormido sobre el volante, por lo que si eso fuera cierto, debió pasar por encima de su asistente.
El vicepresidente Álvaro García Linera calificó ayer de “muy triste lo que ha pasado con el senador, compañero, campesino, trabajador, (pero) el Ministerio Público va a proceder con el senador Surco de la misma manera que procede con cualquier ciudadano. Tendrá que someterse a las restricciones, a las investigaciones y a las sanciones que recibiría cualquier ciudadano en el mismo estado que se encontraba el senador, (por lo que) no va a haber protección”.
El ex candidato a Gobernador de La Paz por el Movimiento Al Socialismo (MAS), Félix Patzi, recordó a Surco que admitir errores es “de caballeros” y le pidió que “vaya ante un juez cautelar. Esperemos, ahora, que el Gobierno no proteja a otro masista denunciado”.
Surco pidió no ser comparado con Patzi, quien en febrero de este año fue sorprendido ebrio al volante, lo que derivó en su expulsión del MAS y fue reemplazado como aspirante a la Gobernación.
Críticas a la Policía por trato especial
Se multiplicaron ayer desde al menos tres sectores —ciudadanos, choferes y políticos— las críticas a la Policía por el trato deferente que brindó a Fidel Surco tras haber sido arrestado después de protagonizar un hecho de tránsito en la ciudad de El Alto.
Una fuente del Comando General reveló que el director de Tránsito de El Alto, coronel Freddy Soruco, no supo manejar la situación y recibió la recomendación de actuar sin hacer distinciones en el futuro.
A Surco se le permitió dormir en el sofá de una oficina, junto a su asistente. Se le tomó la prueba de alcoholemia casi ocho horas después de su arresto y los policías lo protegieron al extremo de que el fiscal José Villarroel no pudo interrogarlo y los periodistas no pudieron entrevistarlo, filmarlo o fotografiarlo en esa condición.
Al cabo de ese tiempo de sueño se elimina el alcohol, pese a lo que dio positivo con un índice de 1,5 gramos por centímetro cúbico de sangre, el doble de lo permitido.
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