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domingo, 1 de enero de 2012

OPINION reclama por una más acelerada y eficiente otorgación de permisos de conducir...sin embargo conviene tomar nuevos conceptos (ver nuestro comentario al pie)

Un requisito obligatorio para conducir vehículo es la licencia otorgada por el Servicio General de Licencias de Conducir (Segelic). Sin embargo, hoy contar con ese documento se ha convertido en una meta casi inalcanzable.

Decenas de personas madrugan a las tres o cuatro de la mañana y regresan frustradas al encontrar a esa hora filas de casi doscientas personas. Lo máximo que se atiende son 160 personas por día. Luego, las oficinas de Segelic quedan tan abarrotadas, que no queda aire para respirar, menos para moverse o preguntar qué pasos seguir para obtener o renovar la licencia. Algunos hierran en la fila, porque primero hay que obtener el certificado de antecedentes de tránsito y del oculista, antes de solicitar la licencia de Segelic. El cartel de requisitos no especifica el orden del trámite, deficiencia mínima en comparación a otras, pero que también causa molestia entre los usuarios que a ratos corean “que vuelva la Policía”.

El 27 de junio de 2011 se aprobó la Ley N. 145, de creación del Servicio General de Identificación Personal y del Servicio General de Licencias de Conducir, por lo que ambas entidades pasaron de la administración policial a la civil.

La promulgación de la norma fue calificada de “histórica” porque buscaba mejorar y limpiar la imagen de la Policía Boliviana, tomando en cuenta las denuncias que apuntaban que en ambas reparticiones se hacían cobros irregulares “para agilizar los trámites”.

El Segelic entregó desde el momento de su creación hasta el 27 de diciembre cerca de 8.000 licencias de conducir en Cochabamba. 

El problema es que la demanda es mayor, pues el parque automotor supera los 161 mil vehículos registrados sólo en Cochabamba, con similar o mayor número de conductores.

Los que manejan motorizados respetando las normas han optado por dejar de conducir, ya que de hacerlo sin licencia vigente es una falta grave. En caso de accidente, la situación es delicada pues se suele atribuir mayor responsabilidad al que no porta licencia, aunque el culpable sea el otro chofer.

Los intentos por mejorar el Segelic no han logrado su cometido y la demanda de licencias aumenta en proporción geométrica. 

Algunas autoridades de Segelic han deslindado su responsabilidad atribuyendo las demoras al banco y sobre todo a reparticiones policiales que dan certificaciones, pero eso no resuelve el problema de miles de personas que no pueden ni siquiera iniciar el trámite. Ante las críticas, los directivos del Segelic han ofrecido suspender el requisito de los certificados de antecedentes penales en la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen (Felcc) y Fuerza Especial de Lucha contra el Narcotráfico (Felcn) para los que solicitan la licencia por primera vez, ya que para la renovación esos documentos no son necesarios. También han ofrecido que las escuelas de conducción privadas capaciten a los nuevos conductores y cursos de actualización para las renovaciones. Asimismo se prevé que otros centros médicos legalmente establecidos participen en el proceso del trámite para las licencias de conducir, superando el llamado “cuello de botella”. Según el director del Segelic, Juan Carlos Vergara, se puede obtener la licencia “en 30 minutos”, aunque por el momento hay personas que demoraron una semana en obtener el documento.

En la perspectiva de mejorar, también se ha anunciado que desde marzo de 2012 el Segelic dejará de depender del Servicio General de Identificación Personal para ser parte del Ministerio de Obras Públicas. 

No hay justificativo para que un trámite imprescindible demore tanto. Las y los ciudadanos tienen el derecho a recibir óptimos servicios del Estado.


Comentario al margen
No es tan importante acelerar el proceso para otorgar los permisos de conducir, lo básico es la preparación de los solicitantes. Ahí radica la clave. Es necesario entender que el permiso es la culminación de una tarea que ha tenido que consistir en comprobar los conocimientos primeros teóricos y luego prácticos del aspirante a conducir.
Capacitación sine qua non procede la licencia en forma severa, drástica, imparcial e incorruptible. Sin un dominio pleno del tema en la teoría y en el ejercicio de conducir no puede, no debería otorgarse la licencia. Seguro de vida para transeuntes, para pasajeros y del mismo brevetado.
Cuándo tendremos el valor de reconocer que se han otorgado demasiados permisos "por pago, por dádiva o por favoritismo" poniendo en serio riesgo la vida humana" y que los métodos de enseñanza han sido en general un fracaso por lo que además de las regulaciones rutinarias, las autoridades deberían establecer controles sorpresa, al azar, y de calidad, que permitan detectas fallas allá donde las hubiese.

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