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domingo, 15 de diciembre de 2013

trato priivilegiado del Gobierno a las FFAA. danza de millones en armas, en uniformes, en transporte, en vituallas, en demostraciones y ejercicios de guerra, en la preparación acelerada de nuevas tropas.

(dejamos de lado la parte de la historia personal Morales vinculada con las FFAA y de la extensa, documentada crónica de El Deber, publicamos un importante segmento)es que solo en este año, el Ejecutivo desembolsó 167,6 millones de bolivianos para la institución castrense, monto que fue destinado a infraestructura cuartelaria y a la compra de  aviones y buses. 

Evo Morales cuidó con mucho esmero su relación con las Fuerzas Armadas desde su primer año de gestión. Replicó en parte la estrategia adoptada por Víctor Paz Estenssoro a partir de 1960.

Al igual que el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), el Movimiento Al Socialismo (MAS) encargó a las fuerzas militares trabajos en áreas rurales con el fin de acercarlas a la población civil, especialmente indígenas y campesinos, bloques que antes de 2006 tenían cierto recelo hacia los uniformados.

Los militares están acostumbrados al buen trato. Solo para recordar, en la década del 60 crecieron gracias a la millonaria ayuda de Estados Unidos y de los presupuestos públicos para el ministerio de Defensa. Ahora, son los mimados del Estado Plurinacional. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2012 los militares lograron mayores ingresos que profesionales y directivos de empresas privadas y públicas.

Datos oficiales
En la rendición pública de cuentas del Ministerio de Defensa se desglosa la cantidad de dinero que entrega el Gobierno a las Fuerzas Armadas para su infraestructura: el total asciende a 98.534.277 bolivianos. A esta cifra se suman los millones  que  significan la adquisición de tres aviones de lujo: un Falcon 50EX, un Beechcraft King Air 250 y otro Beechcraft King Air 350i. El primero costó al Estado Bs 48.198.000 y los dos últimos Bs 10.440.000, cada uno. En total, el precio de los tres aparatos suma Bs 69.078.000. Esa cantidad, más la de infraestructura cuartelaria suman Bs 167.612.277 para las necesidades de las entidades militares solo en esta gestión.

Comparando los presupuestos de Defensa (militares) y Gobierno (policías), éstos significan la mitad de lo destinado a salud y educación.

Esta versión fue hecha por el vicepresidente Álvaro García Linera, que dice que el presupuesto en educación y salud llega al 13%, comparado al 4,5% que reciben las instituciones uniformadas del país.

“La relación Evo-militares no debe verse como algo extraño”, dice el diputado Carlos Aparicio (MAS), presidente de la Comisión de Gobierno y Defensa de la Cámara Baja.

El legislador cree que las necesidades de las entidades militares son diferentes a las de la Policía, y es por eso que en la realidad se ve, dice, una cierta preferencia por las Fuerzas Armadas. “Eso no es así, es un sector atendido como muchos otros”, replica.

Personaje claveJuan Ramón Quintana, ministro de la Presidencia, es una pieza clave de esta relación. Hombre cercano a Morales, es quien garantiza la fidelidad de las Fuerzas Armadas impulsando proyectos, obras y artefactos para los militares. Juan Ramón Quintana fue militar y mantiene un lazo con esa entidad.

Estas entregas son algo positivo, considera el excomandante del Ejército y actual senador opositor, Marcelo Antezana. El asambleísta ve que los montos asignados por el Ejecutivo son para ‘comprar’ la fidelidad de la cúpula militar. “Por eso son llunkus (serviles), les dan todo y ellos se hincan ante el poder”, critica.

A ese cuestionamiento se suma el general en servicio pasivo Gary Prado, que dice que Morales entrega “prebendas” al Alto Mando Militar para tener “sometidas” a sus principales autoridades.  

No es así, replica el senador Eugenio Rojas (MAS). Para el legislador el debate no debe crecer más.
Él remata con una frase que es asimilada por todo el aparato masista: “Los militares son tan iguales como los policías, pero ellos (los primeros) cumplen una función especial para el Estado”, señala. 

  INCREMENTO DE CONSCRIPTOS  

AUMENTAN 9.243 SOLDADOSLa Cámara de Diputados autorizó el incremento de 9.243 conscriptos para el trabajo militar desde 2014. Esta instrucción fue enviada desde el Ejecutivo, previo análisis del Alto Mando.
BS 165 MM PARA LA TROPAEl ministro Rubén Saavedra garantizó el presupuesto para mantener el incremento de los 9.243 soldados. Dijo que se destinará Bs 165 millones para la tropa. Cada soldado recibe Bs 8 al día y Bs 60 adicionales cada mes.
BAJO ÍNDICELa autoridad aclaró que el efectivo que presta el servicio militar obligatorio en distintas fuerzas es un 25% menor al número aprobado en la Cámara Baja.
UN 28,7% PARA EL EJE
De los 9.243 militares que se incrementarán en 2014, el 28,7% (2.657) de los conscriptos será destinado para que cumplan misiones en el eje central del país, según el Alto Mando.
PARA LAS TRES FUERZAS
En la distribución por Fuerzas Armadas se determinó que se incrementarán 5.476 efectivos al Ejército, 2.061 a la Fuerza Aérea y 1.706 a la Naval.  6.586 estarán destinados a regiones que no sean del eje central.
CRÍTICAS OPOSITORAS
La oposición cuestionó este aumento de conscriptos. El bloque pidió al Ejecutivo que se incremente el número de policías para la seguridad ciudadana.

  HORA A HORA 

LA NUEVA DOCTRINA SOCIALISTA QUE EVO  INSTRUYÓ A LAS   FUERZAS ARMADAS
Evo repite que las FFAA son ‘antimperialistas’El presidente Evo Morales afirmó que las Fuerzas Armadas son “antimperialistas, anticapitalistas y anticolonialistas”. Esta consideración la hizo en más de una oportunidad, en especial en las paradas militares.
Los comandantes dicen que son socialistasTodos los comandantes militares que pasaron desde que Morales es presidente aseguraron que la nueva doctrina militar cumple el pedido del mandatario y se autocalificaron como socialistas.
LUEGO DE CUMPLIR SU MISIÓN, LA CÚPULA MILITAR PASA AL ‘EXILIO DORADO’ ASUMIENDO CARGOS ESTRATÉGICOS

 La función pública de un comandante militar no termina cuando pasa al servicio pasivo. Desde que Evo Morales llegó al poder, en enero de 2006, los jefes uniformados son designados en cargos estratégicos. Hay una serie de ejemplos de esta especie de pacto fáctico entre Gobierno central y Fuerzas Armadas. 

Si bien se reconoce que la administración de Evo Morales y Álvaro García cortó con los ingresos por gastos reservados para comandantes, hoy existe -según explica el exjefe militar y actual senador opositor Marcelo Antezana- un acuerdo para que militares continúen labores públicas en cargos importantes, ya sea en ministerios, instituciones estratégicas o en el servicio exterior.

Para el analista político Marcelo Silva, este pacto Gobierno-Fuerzas Armadas se debe a dos circunstancias. La primera es un reconocimiento a la labor militar y, la segunda, la buena relación que atraviesa el Ejecutivo con la cúpula castrense.

De esa alianza existen una serie de casos desde que Evo Morales asumió la Presidencia. El primero es el del excomandante del Ejército Freddy Bersatti, quien después de pasar al servicio pasivo fue designado cónsul general de Bolivia en Chile.

Luego fue senador por el MAS y, tras renunciar a su curul, en marzo de 2011, fue designado encargado de negocios de la embajada boliviana en EEUU, función que cumple en la actualidad.

Otro caso fue el del excomandante del Ejército José Luis Prudencio, que se desempeñó como viceministro de Defensa entre 2009 y 2011. En su reemplazo llegó el también excomandante del Ejército Antonio Cueto, que hoy es la segunda autoridad de esa cartera de Estado.

Antes de Prudencio y Cueto cumplía funciones como viceministro de Defensa el general Wilfredo Vargas, que en 2009 fue director de la Aduana.

En el servicio diplomático, el general Ramiro de la Fuente cumple función como cónsul general de Bolivia en Chile y el coronel del Ejército Luis Higa es embajador boliviano en Japón. El último caso es el del almirante Rafael Bandeira, que fue prefecto interino de Pando y ahora ejerce como embajador boliviano en Panamá.

En las empresas estratégicas, el general Luis Coímbra fue director de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) y en su reemplazo llegó el general Luis Trigo, ahora embajador en Venezuela.

  ANÁLISIS 

“Las Fuerzas Armadas se volvieron chantajistas”SAMUEL MONTAÑO - ANALISTA

Los beneficios a las Fuerzas Armadas no comenzaron con el Gobierno de Evo Morales ni mucho menos con la Unidad Democrática y Popular (UDP), sino esto empieza en la administración de Víctor Paz Estenssoro en 1985, cuando se comenzó a otorgarles una serie de dádivas y prerrogativas, sobre todo en beneficios económicos. 

Esto sucedió por una simple razón: el decreto 21060 no habría podido ser aplicado sin un apoyo militar incondicional. De ahí en adelante, todos los gobiernos que hemos tenido, sea quien sea, han privilegiado a las Fuerzas Armadas porque necesitan el apoyo de estas instituciones, por un antiguo temor.

 Uno de los peores errores lo cometió Sánchez de Lozada después de los enfrentamientos entre policías y militares. El desacierto de este fue haber otorgado a todos los oficiales, incluidos los agregados militares fuera del país, una especie de recompensa en dinero por las acciones de 2003. Desde ahí se ve un trato preferencial a militares y no así a policías.

Esta acción convirtió a los militares en chantajistas. “Usted me paga y no hay problema (...), me enfrento con quien sea, pero usted tiene que dar algún privilegio”. Es lo que piensan

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