A partir de hoy, hasta el próximo 4 de mayo, nuestra ciudad volverá a concentrar gran parte de su atención en la Feria Internacional de Cochabamba (FIC). Es que como ya es habitual a estas alturas del calendario, la XXXI versión de la FIC será el principal punto de encuentro entre empresarios, productores, ofertantes de bienes y servicios, consumidores de nuestra región, de los demás departamentos de nuestro país, además de los cada vez más numerosos provenientes de los más diversos países de los cinco continentes.
La feria cochabambina será durante los próximos días una especie de espejo en el que los cochabambinos podremos ver una síntesis de la realidad económica, social y cultural de nuestro departamento. Será, una vez más, el más fidedigno parámetro para evaluar las fortalezas y debilidades del sector empresarial cochabambino y de las inquietudes que animan a nuestra sociedad.
Entre las características de nuestra feria que se mantienen constantes año tras año, hay una que merece ser destacada. Es que cada nueva versión de la FIC es precedida por mejoras que facilitan la labor de los expositores y hacen más agradable el paseo de los visitantes. Según estimaciones de los organizadores, este año se han invertido algo más de 3 millones de dólares en la remodelación y ampliación de la infraestructura ferial, lo que da cabal cuenta del dinamismo de nuestra región. Eso permite augurar que los resultados también serán cada vez mejores.
Entre las mejoras, ampliaciones y remodelaciones que serán presentadas esta noche, la más importante es sin duda la destinada a facilitar la participación de los pequeños y medianos industriales, y artesanos. La ampliación del pabellón que aglutinará a los afiliados a la Cámara de la Pequeña Industria y la Artesanía (Cadepia) era una necesidad muy sentida, por lo que expositores y visitantes tendrán un mejor motivo para ofrecer y adquirir los productos manufacturados por tan importante sector empresarial.
La creciente importancia de los pequeños empresarios es tal vez el rasgo más importante de la feria cochabambina, fiel reflejo también de una de las principales bases económicas de nuestra región. Se trata, como es bien sabido, de uno de los sectores que más adversidades debe afrontar para sacar adelante sus emprendimientos y pese a ello el que, en términos relativos, más aporta al bienestar colectivo a través de la creación de fuentes de trabajo y satisfacción de la demanda de bienes de primera necesidad.
Como viene ocurriendo durante los últimos años, la XXXI versión de la FIC servirá también para confirmar lo importante que es para la buena marcha de la actividad económica de una región y un país la armónica relación y complementación de esfuerzos entre el sector público y el privado. Se constata nuevamente que en la medida en que los empresarios locales y las autoridades de los gobiernos nacional, departamental y municipal se encuentren alrededor de objetivos comunes, es más fácil alcanzar resultados concretos.
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