Es muy probable que el nombre de Nely Pinto Melgarejo no resulte familiar para una gran mayoría. Pero no es casual que alrededor de esta persona se esté tejiendo un nuevo escandelete que tendrá esta vez como protagonista al canciller David Choquehuanca.
Para entrar en el tema es conveniente recordar que Nely Pinto es la nueva jefa de gabinete en la prefectura de Cochabamba y fue la causa de la renuncia (muchos dicen destitución) del anterior prefecto Rafael Puente. Como se verá la muchacha (tiene solo 25 años) goza de un poder cuyos orígenes nos proponemos desentrañar en las próximas líneas.
Nely se hizo visible para los masistas en ocasión de los sucesos ocurridos el 11 de enero de 2007 en Cochabamba. En esa ocasión mostró un notable arrojo para agredir a la población cochabambina y para exigir contribuciones a los comercios instalados en los alrededores de la plaza 14 de Septiembre para la mantención de los cocaleros que habían llegado a la ciudad para forzar la renuncia del entonces prefecto Manfred Reyes Villa.
Su agresividad la hizo visible para la actual ministra de Justicia, Celima Torrico y para Celinda Sosa, la dirigente de las llamadas “bartolinas”, que en esa ocasión distribuyó a manos llenas a los cocaleros los víveres que debían estar destinados a los afectados por desastres naturales.
Fue invitada a trasladarse a La Paz donde fue presentada al canciller Choquehuanca, quien, al parecer, le tomó cariño de entrada y le ofreció, sin más ni más, un puesto de asesora en su ministerio.
En ese cargo -usualmente destinado a personas que tienen una cierta experiencia en relaciones internacionales-, como es de suponerse, su aporte fue nulo pero le sirvió para ganar 11.500 bolivianos al mes y conocer buena parte del mundo acompañando a Choquehuanca.
Curiosa costumbre esta que tienen las autoridades masistas de hacer viajes al exterior acompañados por sus “asesoras”. Recordemos a Abel Mamani, el ministro del Agua que se hizo sacar fotos en la fontana di Trevi muy acaramelado junto a su “asesora”, en su viaje a Italia.
Nely Pinto hizo durante el año 2008 un total de 15 viajes a diferentes países en calidad de asesora junto a Choquehuanca y cobró viáticos de 250 dólares diarios, es decir el nivel que corresponde a un viceministro.
En la cancillería era conocida por su prepotencia mostrada ante los horrorizados diplomáticos de carrera que como sabemos suelen ser muy hechos a los finolis y se cuenta que a más de uno lo dejó al borde del soponcio, siempre apelando a la innegable muñeca que tenía con Choquehuanca. Exigía también el trato de “licenciada” alegando ser socióloga.
Luego ante las evidentes lagunas (o mares) que mostraba en su formación optó por presentarse como “estudiante” de esa carrera en la Universidad Mayor de San Simón pero ocurre que en los registros de esa superior casa de estudios no figura ni ha figurado Nely Pinto como estudiante de sociología ni de ninguna otra carrera.
No es necesario ser adivino para darse cuenta que esta situación no podría durar mucho tiempo y que el puchichi podría reventar en cualquier momento por lo que era necesario un rápido cambio. Se vio la conveniencia de retornarla a Cochabamba pero a Rafo Puente, que preserva algo de su formación jesuítica, no le gusta que le tomen el pelo y se opuso a que la nombraran jefa de gabinete, pese a que el pedido vino del propio Evo Morales.
Hasta aquí queda claro que no se puede desairar al “jefazo” y Puente tuvo que hacer maletas mientras la susodicha llegaba desde La Paz , acompañada, nada menos que por un miembro de la seguridad presidencial. Eso si es tener muñeca y mucha convicción política.
Mientras tanto, en La Paz, Choquehuanca amenaza a los periodistas y les dice que no se metan en “cuestiones personales” porque “podrían tener problemas”. Es decir asume que los viajes acompañado de su “asesora” son una cuestión personal como si los recursos hubieran salido de su bolsillo y no de las arcas fiscales.
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