Las recaudaciones por Identificación y Licencias servían para el pago de sueldos a la guarnición
Si bien oficiales subalternos de la Policía Boliviana reconocen que los bajos salarios y la codicia corrompen a la institución, creen que la política dio lugar a que oficiales de alta graduación bajen la cabeza “por los favores recibidos para su ascenso”, que repercuten sobre la guarnición.
Amordazados y sin derechos, dicen sentirse siete de 10 oficiales consultados por La Prensa, quienes afirmaron que un cambio radical en su institución los dignificará, y que si sus sueldos no fueran mejorados, podrán adoptar una actitud como la de febrero de 2003.
Libertad. Un capitán de Policía, que solicitó guardar su nombre en reserva, afirmó que con la quita de Identificación y Licencias “nos cortaron el principal ingreso que garantizaba nuestros sueldos. La Policía era la única institución que se autosostenía, y el Gobierno sólo financiaba el 30 por ciento de la planilla mensual”.
Recordó que la Policía fue una de las primeras instituciones en implementar el sistema digital de Identificación. “El Gobierno destinó 20 millones de dólares, y los problemas con los que tropieza ahora el Segip son los mismos que tenía antes la Policía”.
Manipulación. Un mayor, a su turno, explicó que desde que los políticos ingresaron en la institución, los uniformados sufrieron el recorte de sus derechos. Inclusive se les impuso una mordaza: la Ley 101, que vulnera sus derechos humanos, porque perdieron el derecho a quejarse. “Los proyectos que se elaboraron fueron apropiados y ahora dependemos de los políticos y no de nuestros generales”.
El oficial recordó que el objetivo de la clase política fue subordinarlos y tapar todo lo que hacen en las altas esferas del Ejecutivo y Legislativo y no denunciarlos. Una Policía servil a sus intereses y no a los del pueblo, manifestó.
Derrota. El cambio de administración en Identificación y Licencias es histórica para ellos. Pero también recuerda al Gobierno, que se puso en peligro la seguridad del Estado, sobre todo con la identificación personal, pues, dijo, que existen otros intereses con miras a las próximas elecciones generales.
SUELDOS. Sobre los sueldos, los oficiales dicen que para ellos son bajos, empero los generales no hablan de ello. “Tal vez ganamos más que los profesores urbanos y rurales, pero trabajamos las 24 horas del día, los 30 días del mes y los 365 días del año. Si pagaran bien y nos dotarán de mayor equipamiento, se acortaría la corrupción, pero no se la puede cortar del todo. Incluso hay corrupción en otras instituciones públicas”.
Cambio. Para los consultados, cambiar a la Policía pasa por jubilar a tres generaciones de coroneles, mandarlos a la reserva y dejar que los nuevos oficiales, quienes tienen otra convicción, tomen el mando de la institución, que requiere de hombres operativos y no de escritorio, con puntajes altos que califican sólo para ser generales.
De acuerdo con los oficiales, sólo la tropa recibe alimentación. El bono que perciben es de cuatro bolivianos diarios. “Los reos tienen ahora mayor presupuesto que nosotros, los policías. Si continúan tocando nuestros bolsillos, reviviremos febrero de 2003”.
Amordazados y sin derechos, dicen sentirse siete de 10 oficiales consultados por La Prensa, quienes afirmaron que un cambio radical en su institución los dignificará, y que si sus sueldos no fueran mejorados, podrán adoptar una actitud como la de febrero de 2003.
Libertad. Un capitán de Policía, que solicitó guardar su nombre en reserva, afirmó que con la quita de Identificación y Licencias “nos cortaron el principal ingreso que garantizaba nuestros sueldos. La Policía era la única institución que se autosostenía, y el Gobierno sólo financiaba el 30 por ciento de la planilla mensual”.
Recordó que la Policía fue una de las primeras instituciones en implementar el sistema digital de Identificación. “El Gobierno destinó 20 millones de dólares, y los problemas con los que tropieza ahora el Segip son los mismos que tenía antes la Policía”.
Manipulación. Un mayor, a su turno, explicó que desde que los políticos ingresaron en la institución, los uniformados sufrieron el recorte de sus derechos. Inclusive se les impuso una mordaza: la Ley 101, que vulnera sus derechos humanos, porque perdieron el derecho a quejarse. “Los proyectos que se elaboraron fueron apropiados y ahora dependemos de los políticos y no de nuestros generales”.
El oficial recordó que el objetivo de la clase política fue subordinarlos y tapar todo lo que hacen en las altas esferas del Ejecutivo y Legislativo y no denunciarlos. Una Policía servil a sus intereses y no a los del pueblo, manifestó.
Derrota. El cambio de administración en Identificación y Licencias es histórica para ellos. Pero también recuerda al Gobierno, que se puso en peligro la seguridad del Estado, sobre todo con la identificación personal, pues, dijo, que existen otros intereses con miras a las próximas elecciones generales.
SUELDOS. Sobre los sueldos, los oficiales dicen que para ellos son bajos, empero los generales no hablan de ello. “Tal vez ganamos más que los profesores urbanos y rurales, pero trabajamos las 24 horas del día, los 30 días del mes y los 365 días del año. Si pagaran bien y nos dotarán de mayor equipamiento, se acortaría la corrupción, pero no se la puede cortar del todo. Incluso hay corrupción en otras instituciones públicas”.
Cambio. Para los consultados, cambiar a la Policía pasa por jubilar a tres generaciones de coroneles, mandarlos a la reserva y dejar que los nuevos oficiales, quienes tienen otra convicción, tomen el mando de la institución, que requiere de hombres operativos y no de escritorio, con puntajes altos que califican sólo para ser generales.
De acuerdo con los oficiales, sólo la tropa recibe alimentación. El bono que perciben es de cuatro bolivianos diarios. “Los reos tienen ahora mayor presupuesto que nosotros, los policías. Si continúan tocando nuestros bolsillos, reviviremos febrero de 2003”.
La frase
“Se debe jubilar a tres generaciones de coroneles para que la Policía recupere su credibilidad y dejemos de lado la intromisión política”.
Oficial / Policía Boliviana
Oficial / Policía Boliviana
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