El Proyecto Misicuni fue concebido y debe ser ejecutado como un proyecto de desarrollo
Lamentablemente la cadena de frustraciones que la población cochabambina ha confrontado en el proceso de materialización de un proyecto concebido como fundamental para promover el desarrollo de la región, ha provocado que la población esté confundida al extremo que ni las autoridades, ni las instituciones representativas de Cochabamba, ni los medios de comunicación social tanto escritos como televisivos, ni siquiera los colegios profesionales han hecho el seguimiento de este proyecto en su carácter de “proyecto de desarrollo”, pues para que este proyecto cumpla el objetivo previsto en su concepción, no basta asegurar la ejecución de la presa de Misicuni, sino que paralelamente se deberían crear las condiciones infraestructurales necesarias para que este proyecto sea capaz de inducir un proceso de desarrollo auto sostenido para Cochabamba.
En 1.975, desde la Gerencia General de Cordeco, planteamos una filosofía y política de desarrollo con el propósito de fijar un rumbo cierto a las posibilidades de desarrollo de Cochabamba, a partir de la importancia geopolítica de su posición central en el país, la densidad de su población, su condición de centro de comunicaciones y sus grandes potencialidades, de modo que Cochabamba pueda convertirse en el núcleo central promotor y difusor del desarrollo nacional. La estrategia fue la de generar efectos de arrastre en otras actividades derivadas del carácter múltiple del Proyecto Múltiple Misicuni (agua para riego, para consumo doméstico y para generación de energía eléctrica), que fue planteado como idea por el Ing. Luis Calvo en la década de los 50 y que tomó carácter de proyecto a partir de los estudios de prefactibilidad que fueron ejecutados por Cordeco a través de la empresa francesa Sofrelec.
Para que el Proyecto Múltiple Misicuni sea un polo de desarrollo , Cordeco consideró que para generar desarrollo agropecuario era necesario sustituir el minifundio improductivo por comunidades de vida y de trabajo enmarcadas en un buen desarrollado sistema cooperativo, en base a programas de promoción y organización de las comunidades rurales, agrupando las áreas con las mismas características agrológicas , sobre la base de estudios de tipos y clases de suelos, dotándolas de una red de canales de riego. Además, se deberían realizar programas de investigación y experimentación de nuevos tipos de cultivos, que con riego oportuno y suficiente sean capaces de permitir hasta dos cosechas por año.
En el campo del uso irrestricto del agua para uso doméstico en cantidad y calidad adecuadas , se consideraba que la empresa responsable por el servicio debía comprender y predecir los acontecimientos para actuar en consecuencia, a fin de impulsar a la empresa a cumplir responsablemente sus obligaciones con eficiencia y eficacia, de modo de mejorar y ampliar el servicio a toda la conurbación urbana. Por lo que respecta a la generación de energía eléctrica, Cordeco consideraba que el PMM puede inducir al desarrollo industrial, que en sinergia con el desarrollo agropecuario pueda contribuir al desarrollo económico de la región, tanto por los elevados ingresos que genera como por la magnitud de la fuerza de trabajo que suele emplear.
Lamentablemente en el seguimiento de los trabajos de ejecución del PMM, se hace solo énfasis en atrasos, obras inconclusas, problemas técnicos y de organización en la empresa contratista, incumplimiento de las condiciones de contrato, etc, etc, sin considerar que no es un simple proyecto de ingeniería, sino que es un proyecto de desarrollo, de modo que para que se cumpla el objetivo previsto en su concepción, es necesario que los medios de comunicación y los profesionales analistas exijan a las autoridades y orienten a la población para que se cumplan las condiciones infraestructurales (que deben ejecutarse paralelamente a la ejecución de la obra), de modo que puedan crearse las condiciones necesarias para que el proyecto múltiple Misicuni pueda convertirse en un polo de desarrollo capaz de generar efectos de arrastre en otras actividades económicas y garantizar un desarrollo sostenido en la región.
Es tanta la confusión y alienación creada por la forma como se conduce el proyecto Misicuni, que consideramos absolutamente necesario recuperar la razón que no se turba y el juicio que no se obseca.
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