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martes, 18 de noviembre de 2008

en buenos aires publican extensa crónica sobre los narcos bolivianos y la salida de la DEA, aunque no mencionan a las terán del nuevo clan chapareño.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) - Entre 2007 y el primer semestre de este año, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) de Bolivia ha desarticulado en todo ese país 22 clanes involucrados con la elaboración y comercialización de droga y con el lavado de dinero; estas organizaciones familiares sustituyeron a los denominados “peces gordos”.
El director nacional de la fuerza antidrogas, coronel René Sanabria, explicó que los “peces gordos” del narcotráfico o los “barones de la droga”, como Luis Amado Pacheco, conocido como “Barbaschocas”, o Jorge Roca Suárez, entre otros conocidos en el pasado por esta actividad ilícita, ya no existen en el país.
Los registros de la FELCN muestran que en 2007 cayeron miembros de 17 clanes y este año, cinco. De las 22 organizaciones familiares criminales, diez se dedicaban a la elaboración y comercio de droga, cinco al tráfico de sustancias controladas para la producción de cocaína y siete fueron encontradas en posesión de droga y son sospechosas de lavado de dinero.
Sanabria indicó que el boom de los “peces gordos” fue en las décadas de los 70 y los 80, incluso operaban con las mafias de los carteles de Colombia y México. “Se dedicaban a acopiar la droga y en algunos casos la hacían elaborar utilizando las zonas del Chapare y los Yungas. Pero entre 1998 y 1999 los grandes narcotraficantes extranjeros fueron expulsados del país y se quedaron los ‘narcos’ bolivianos, y posteriormente a eso nacen los clanes”.
En la actualidad, al país sólo llegan emisarios de las grandes mafias con dinero para comprar cocaína base o clorhidrato, pero ya no están involucrados en la fabricación de droga.
Lo único que quedó de los “barones” de esta actividad ilícita en Bolivia son algunas personas que trabajaban para ellos en la fabricación de cocaína y que han emprendido su propio negocio ilícito asimilando las técnicas de elaboración, la instalación de pozas de maceración y el uso de los químicos, aunque ahora evolucionaron y emplean métodos modernos para fabricar los narcóticos.
“Son métodos colombianos —explicó Sanabria—, utilizan coca molida, recipientes grandes tipo licuadoras para mezclar con el químico que corresponde y posteriormente este resultado pasa a otro recipiente para sacar la droga líquida. Para este trabajo han reducido la cantidad de gente (dos a tres personas) para la elaboración y sólo necesitan una habitación, incluso utilizan agua potable, los residuos de la coca son expulsados por el inodoro”.
El jefe nacional de la fuerza antidroga explicó que el Código Penal boliviano no menciona el término “clan”, pero está tipificado como organización delictiva.
Estas organizaciones familiares dedicadas al narcotráfico están formadas por tres hasta diez personas; las integran padres, hijos, hermanos u otros grados consanguíneos. El jefe antidroga apuntó: “Por eso no son organizaciones grandes y se juntan entre allegados para no delatarse y mantener la reserva de la actividad ilícita”.
Clanes
Entre las organizaciones más conocidas están las familias Mamani y Rosales.
La primera estaba dedicada a la fabricación de cocaína base en la ciudad de El Alto en 2007. La segunda, formada por siete personas, fue capturada en un megaoperativo de la FELCN; le confiscaron 12 vehículos, 14 inmuebles, diez haciendas, dos avionetas y cuatro celulares satelitales; fue vinculada con el narcotráfico y lavado de dinero, tenía antecedentes y era buscada en Cochabamba; una de las involucradas era una joven dedicada al modelaje quien con ese pretexto sacaba droga al extranjero en sus maletas.
A éstos se suman los casos Paraguay, ocurrido en marzo de este año, en el que fueron aprehendidas tres personas en posesión de sustancias químicas (ácidos sulfúrico y clorhídrico) en la carretera Villamontes. En el Operativo Valluno, en mayo, otros tres familiares fueron arrestados por acopio de cocaína en la localidad Izozog, Santa Cruz; otros casos similares son Quindiro I y Cristal de Invierno II.
Aunque los “peces gordos” desaparecieron entre 1998 y 1999, surgieron los “narcoclanes”, que mantienen relaciones de producción con cárteles más grandes de Perú o Brasil.
¿Cómo funcionan?
A diferencia de los “peces gordos”, cuyo capital era como mínimo de un millón de dólares para la fabricación y/o acopio de droga, la inversión de los clanes alcanza en promedio los US$ 100.000. Ese dinero es juntado entre los miembros del grupo. El aporte va desde los US$ 10.000. “Si en la primera vez les va bien —dijo Sanabria—, para la siguiente fabricación van aumentando su capital”.
El jefe antinarcóticos aseguró que los clanes se han extendido a todo el país y operan en las áreas urbana y rural. “También están en las regiones productoras de coca, principalmente en el Chapare (Cochabamba), la Asunta y Caranavi (La Paz), donde hay fábricas. Son productores de coca y al mismo tiempo elaboradores de droga”.
Indicó que las organizaciones criminales se dedican sólo a una actividad ilícita: o a la elaboración o al comercio, pero no a ambas. Quienes fabrican, participan hasta en la venta de su producto a los acopiadores en su misma fábrica. Estos últimos utilizan más capital, de US$ 100.000 o más, para comprarla y luego entregarla a mayor precio en las fronteras a narcotraficantes extranjeros.
Existen clanes de más “alto nivel” con un promedio de capital de un millón de dólares. Son los dueños de los laboratorios de droga donde convierten la cocaína base en cristalina, por supuesto, ésta tiene más valor y es exportada a países europeos donde cada gramo cuesta € 100, mientras que en Bolivia el gramo llega a costar 50 bolivianos. Algunas de estas organizaciones tienen socios extranjeros.
“En los laboratorios —indicó el director de la FELCN— utilizan motores eléctricos, recicladores de químicos, requieren materia prima que es la cocaína base para volverla en cristal. Estos laboratorios están alejados del centro urbano, por los químicos que emplean y por los olores que desprenden”.
Este año, la fuerza antidroga destruyó seis laboratorios en Beni y Santa Cruz, y no en todos encontró a los responsables.
Pornografía infantil
Tras la captura de Mauro Vásquez Guerra (36), cabecilla narco boliviano, en mayo de este año, la policía de ese país ha descubierto que otro rubro al que comienzan a dedicarse los narcotraficantes es la pornografía infantil.
El coronel Oscar Nina le dijo a La Razón de Bolivia que tras allanar la casa del cabecilla narcotraficante se encontró en las computadoras fotos y videos de pornografía infantil. El método empleado era seducir menores de edad para que mantengan relaciones sexuales, filmarlas y luego vender las imágenes.
El día de su arresto, una muchacha de 16 años, quien dijo ser su esposa hace dos años, se encontraba en la casa de Vásquez.
“Los tipos (cachamanes) se acercaban a las muchachas menores de edad y las seducían con regalos como celulares, ropa e incluso motocicletas. Luego de entablar amistad las presentaban a su jefe, quien mientras mantenía sexo con ellas les sacaba fotos y las filmaba para vender las imágenes”, narró uno de los investigadores que se ocupó del caso.
Durante el allanamiento a la vivienda de Vásquez, realizado el miércoles, la Policía encontró en las computadoras fotos y videos de pornografía infantil. “En muchos casos las niñas frecuentan a estos delincuentes con el consentimiento de los padres”, aseguró el coronel Óscar Nina.
“No sólo las sometían a sus caprichos (sexuales), sino que las inducían al consumo de drogas”, agregó el comandante policial.
Hace una semana, un documento llegó al despacho de Nina, supuestamente elaborado por una de las bandas contrarias a Vásquez. En él se detalla, a través de una entrevista realizada en un bar a uno de los miembros de la banda del cobijeño, el procedimiento utilizado por esta organización para atraer a las adolescentes. En la parte inferior de esta nota se transcribe parte de este documento.
Los peruanos
La Razón publicó un informe donde denuncia el descontrol que vive la ciudad boliviana de Cobija producto del narcotráfico que impera en esta ciudad cercana a la región peruana de Madre de Dios.
Informes de la policía boliviana señalan que Cobija, capital de la región boliviana de Pando, es el lugar por donde pasa la droga elaborada en el Perú con rumbo a Brasil. "Cobija se ha convertido en un punto de tránsito de la droga peruana hacia el Brasil. Hay una red de receptores bolivianos que se encarga de pasar la mercadería para la mafia brasileña", afirmó el jefe de la policía de la región de Pando, coronel Oscar Nina.
La violencia que vive esta ciudad boliviana es tal que según el diario boliviano desde el año pasado los sicarios peruanos, bolivianos y brasileños asesinaron a 30 personas. Solo en los últimos 4 meses el Ministerio de Gobierno (Interior) boliviano registró 12 asesinatos en Cobija relacionados a ajusticiamientos.
El tránsito de droga desde el Perú hasta Bolivia no es nuevo. Los 198 kilómetros de frontera entre Perú y Bolivia casi desguarnecidos hacen rentable el negocio de la droga. Hace cinco años (6 de julio 2003) otro diario altiplánico, El Deber, denunció que Puerto Maldonado y específicamente el distrito peruano de Iñapari se trasladaba droga hacia la ciudad boliviana de Cobija.
El 2002 infomes de la policía antidrogas peruana indicaban que a partir de 1993 el narcotráfico se apoderó de áreas estratégicas en Madre de Dios, como las de boca Manu, en la confluencia de los ríos Madre de Dios y Manu, y en el eje Iberia-Iñapari, reclutando a campesinos de la zona.
Expulsión de la DEA
Se trata de una retirada forzada que debió hacer personal de la DEA en Bolivia, y despertó la preocupación de los que más entienden en el asunto. Piden un respaldo integral de parte del gobierno o de otros organismos para no dejar de operar: de lo contrario, advierten, se concederá ventaja a los narcotraficantes.
"Ellos nos apoyan con intercambio de información especializada y equipamiento. Esa idea de que están por encima de nosotros es falsa", aseguró un oficial de la Unidad Móvil de Patrullaje Rural (Umopar), una de las reparticiones de élite de la Policía boliviana que trabaja en la interdicción y combate las drogas en esas zonas del país.
Evo Morales determinó por decisión "personal" que la DEA debe dejar de trabajar en Bolivia porque, según él, detectó que agentes de esa repartición habrían apoyado las protestas en contra del gobierno. El gobierno de Evo Morales dió a los agentes de la DEA un plazo de 3 meses para abandonar Bolivia. El plazo corre desde el pasado sábado 1 de noviembre.
Según las mismas fuentes consultadas por el diario Los Tiempos, los "gringos" brindan información de primera mano; por ejemplo, sobre el tráfico de la droga que sale de Perú hacia Brasil, utilizando como puente el territorio boliviano.
En el diario La Razón, por otra parte, también se informa sobre la alta calidad de ayuda que recibían de USA. Bolivia no tendrá acceso a información valiosa y de “alto costo” en la lucha contra el narcotráfico, reveló ayer Luis Caballero, ex comandante de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN). "La información es carísima, bastante costosa, ellos (agentes de la DEA) tienen sus fuentes, en esto se requiere información”, agregó.
"La información que nosotros tenemos sólo es nacional y el narcotráfico está conectado con los mercados más grandes, que no están en Bolivia”, acotó y además puso de relieve que también la DEA "capacitaba al personal boliviano". Agregó: "Ellos manejan información a ese nivel y están en todas partes del mundo. Tienen información valiosa".
Por su lado, el director nacional de la FELCN, René Sanabria, dijo estar sorprendido ante la decisión del gobierno de poner fin a las actividades de la DEA. Sanabria admitió que la pelea no será la misma.
Por su lado, la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), que forman en Bolivia miembros de las Fuerzas Armadas y que se encarga de la erradicación de coca, continúa saliendo periódicamente adonde deben destruir la planta, para lo cual cuentan con el respaldo logístico de la NAS (unidad antinarcóticos de la Embajada de los EEUU), en el transporte aéreo y terrestre.
Militares y policías creen (y esperan) que los norteamericanos no saldrán por completo del país dejando solos a los bolivianos en la lucha contra las drogas, pese a la instructiva presidencial, por la lamentable importancia en el mundo de la producción de coca boliviana.

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