Ha tenido que transcurrir casi tres años de gobierno, para que al fin se den cuenta de que no se puede gobernar por decreto y con ello moldear la realidad al lente con el que se mira.
A su estilo el MAS dice una cosa y hace otra. Todos los días nos hablan de austeridad mientras el derroche del gasto corriente no cesa, el contrabando crece, la coca para la cocaína se expande y el señor García Linera maneja presupuestos millonarios para hacer propaganda oficial.
Todo esto bajo la cobertura neoliberal más respetada. Licitaciones dirigidas con alto grado de corrupción que parte de la ABC que continúan por todo el camino ministerial del gobierno. Algo que sería digno de investigar por parlamentarios de la oposición.
Contrabando oficial dirigido desde la Presidencia de la República y resguardado por su socio el Prefecto de Pando ayudado por un incremento de la fuerza militar y policial nunca vistas en esa región. Expansión de la coca que tiene ahora territorio libre para que el narcotráfico expanda sus tentáculos de corrupción y violencia en todos los sectores.
Este es el balance que debía explicar el señor García Linera al pueblo y no andar contándonos cuentos chinos. En todo caso baste recordarle que las cifras expuestas por esta autoridad se refieren al escenario de las vacas gordas ya fenecido. El presupuesto del 2009 debía decirnos cómo piensa el gobierno enfrentar a la vacas flacas. Nada de eso escuchamos. El manejo de cifras exitistas no dice nada sobre políticas económicas.
Pero lo llamativo fue la decisión oficial de respetar el libre mercado para el ámbito de los sueldos y salarios. El incremento decidido sigue el mismo camino neoliberal de siempre. El salario debe ser una medida de ajuste ex post a la inflación. Por tanto no se cubre el poder adquisitivo perdido sino se restituye su valor en relación al índice inflacionario cocinado por el INE, muy por debajo de la realidad. Esto se llama robarle al asalariado como antes. Y eso significa seguir distribuyendo la riqueza en detrimento de la fuerza de trabajo. ¿Dónde está el cambio pregonado?
Pero para mejor ejemplo resulta que eso de que nadie puede ganar más que el Presidente de la República no pasó de ser un deslumbramiento masista para confundir a la ciudadanía. Y el mercado se impuso al espejismo con el que comenzaron a gobernarnos. Si se paga poco se obtiene poco, tanto en rendimiento como en conocimiento. De manera que inclinados ante el libre mercado del salario han decidido pagar hasta cinco mil dólares a quienes deban realizar labores técnicas en YPFB, ENTEL y cosa curiosa BOA una empresa que no tiene un solo avión.
Es decir estos técnicos y profesionales ganarán más que el Presidente o Directorio de esas Instituciones, con lo cual se rompe la lógica de la estructura salarial. Se entiende que quien toma las decisiones en una empresa y asume la responsabilidad de las mismas debe ganar acorde a ese grado de responsabilidad. A mayor nivel de responsabilidad menor nivel salarial, esta es la lógica de la ley financial para el 2009.
Seguro que dentro de pocos meses tendremos igualados los salarios de estos altos ejecutivos de las empresas estratégicas. Pero claro sin nada de propaganda manejada desde la vicepresidencia. No debemos olvidar que en año electoral hay que tener a los militantes contentos y especialmente al señor Santos Ramírez por sus conocimientos profundos en la materia que dirige.
Y ni que decir de los altos ejecutivos de BOA. Como podemos observar no hay coherencia en el manejo de la política salarial. Que el Presidente gane poco me parece bien, ya que si de conocimientos se trata el sueldo que se le paga es demasiado. El señor vicepresidente gana poco, ya que se maneja demasiados cargos, uno legal y los otros de facto: Es Vicepresidente, Presidente del Congreso y además Co Presidente, maneja el Ministerio de Relaciones Exteriores, el de Hacienda, es vocero Presidencial y traductor del Presidente.
Allá donde el señor Evo Morales tiene que leer está él para suplirlo comenzando por todo el papeleo oficial de la Presidencia y terminando en la redacción y revisión de decretos supremos y leyes. Debía ganar más.
El gobierno dice que ha incrementado el salario en más del 30 por ciento desde que asumió, pero no dice que ha provocado una inflación de más del 50 por ciento en ese mismo período, que ha incrementado el desempleo y ha exterminado mercado externos para las exportaciones. Eso se calla. (autor. dante pino. fuente. hoybolivia)
No hay comentarios:
Publicar un comentario