Lo que muchos temían en los últimos meses se está cumpliendo luego de la expulsión del embajador de Estados Unidos, Philip Goldberg, por parte del presidente Evo Morales: se viene la caída del Atpdea y de las exportaciones bolivianas a EEUU.
Así lo expresa con preocupación el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), cuyo presidente, Ernesto Antelo, lamenta el deterioro que sufre la relación diplomática entre Bolivia y EEUU, ocasionado por la declaración de “Persona Non Grata” al Emb. Philip Goldberg, por parte del Gobierno boliviano, motivando igual status, para el Embajador boliviano en Washington.
Antelo López dijo que “una vez más –y esta es la triste historia de los últimos 32 meses- la ideología y la política someten a la economía y al comercio en Bolivia, dando al traste con mercados externos, inversiones y esfuerzos productivos, comprometiendo además la pérdida de decenas de miles de empleos en el país ante la inminente pérdida del Atpdea a fines de año”
El presidente del IBCE expresó la profunda preocupación institucional del IBCE ante la declaratoria del Gobierno boliviano como “Persona Non Grata” al Emb. Philip Goldberg, lo que motivó la inmediata reacción de indignación por parte de influyentes Congresistas estadounidenses como Eliot Engel (Demócrata) y Dan Burton (Republicano) que, habiéndose mostrado dispuestos a trabajar en beneficio de los trabajadores bolivianos por años, la reciente determinación del Gobierno les ha llevado a declarar al primero, que no defenderá más a Bolivia para lograr una extensión de las preferencias del Atpdea, y al segundo, que pedirá al Congreso de los EEUU no renovar las concesiones para Bolivia, pero sí para Colombia, Ecuador y Perú. Las preferencias acaban este diciembre, y de ellas dependen muchos productos de exportación, principalmente manufacturas.
“Era de esperarse esto ya que -quien conoce cómo piensan los estadounidenses, saben que para ciertos temas no hay separación entre Demócratas o Republicanos, sino que todos reaccionan igual, cuando se amenaza la seguridad nacional; cuando se desafía a esa nación; o, cuando se afrenta su honor", dijo Antelo.
Añadió que es de lamentar que la actitud del Gobierno fue innecesariamente grotesca y ofensiva en contra del Representante Plenipotenciario de los EEUU en Bolivia. "Hoy, todo el mundo sabe que la expulsión de Goldberg obedece a otros fines que los argumentados, y que el Embajador ha sido mas bien víctima de la política interna boliviana (sino, de una injerencia exterior), así como también lo serán decenas de miles de empleos para los bolivianos, si perdemos el Atpdea y aquel mercado”, dijo.
“¿Cuándo aprenderemos que los países no tienen simpatías ni antipatías, sino intereses, y que hay que actuar en consecuencia? Si no, miremos al Brasil, que entusiastamente prohijó este proyecto político en Bolivia y -viendo que hoy tiene un problema que puede afectarle- se preocupa y habla de cómo se debían haber hecho las cosas en el país, más allá de la paciencia que un buen día le dijo Lula da Silva al Presidente Morales, que debía tener”, concluyó Antelo.
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