Si bien los asistentes al encuentro respaldaron estas determinaciones dejaron en claro que las mismas debían ser puestas a consideración y avaladas por sus respectivos congresos. No obstante, a riesgo de que no exista ese respaldo, se acordó ir avanzando en estos puntos. El vicepresidente Álvaro García Linera, que condujo el encuentro, lamentó que la consolidación del nuevo bloque regional impulsado por los presidentes de los 12 países no tenga la misma respuesta de los congresos nacionales.
Al respecto, se reconoció ayer que pese a que hace cinco meses, en Brasilia, los mandatarios de los 12 países sudamericanos suscribieron el Tratado Constitutivo de la Unasur, el mismo que en uno de sus puntos establece la creación del parlamento regional, a la fecha sólo dos congresos (Bolivia y Venezuela), de los 12 países firmantes, ratificaron el documento.
Entre uno de los congresos que aún no avaló el Tratado, está Chile, razón por la cual la delegación de parlamentarios de ese país que llegó a Cochabamba, acompañando a la presidenta Michelle Bachelet, no participó formalmente del encuentro y abandonó el mismo a poco rato de iniciarse el debate. La asistencia de esta delegación parlamentaria a la reunión así como de la presidenta Bachelet, que inauguró el mismo junto a su homólogo Evo Morales, en su calidad de presidenta pro témpore de Unasur, desencadenó en Chile una dura polémica entre el Senado y el Ejecutivo.
Los legisladores manifestaron que no se podía respaldar la creación de un mecanismo de integración cuando el tratado que le da origen, no ha sido respaldado por el Congreso. El presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales del Senado de Chile, Jaime Gazmuri, defendió a Bachelet, pero reconoció que mientras el Congreso de su país no ratifique el Tratado de Brasilia, la presencia de los legisladores de ese país en cualquier encuentro para la consolidación del Parlamento de Unasur no será oficial ni formal. En esta misma situación se encontrarían los parlamentarios brasileños, porque el Congreso de su país tampoco ratificó la constitución de Unasur, pese al compromiso activo del presidente Luiz Inácio Lula Da Silva con esta iniciativa. (la información aparece en una crónica de LT dedicada al tema)
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