El director de la oficina de Prevención y Resolución de Conflictos de la Organización de Estados Americanos (OEA), Raúl Lagos, no vio el cerco al Congreso, la presión para que se apruebe un referendo ilegal y, es más, compartió con los cercadores sus festejos a las puertas del Palacio de Gobierno.
Este representante no dijo nada sobre el cerco al Congreso impulsado y dirigido por el mismo presidente de la República, las amenazas de cierre del Legislativo y las advertencias contra los opositores.
El delegado de la OEA sólo vio el diálogo político-congresal que se instaló en La Paz y que logró la noche del lunes un acuerdo que posibilita incluir ajustes a más de 100 artículos del proyecto de Constitución aprobado en Oruro en diciembre de 2007 en forma ilegal porque no es atribución del Congreso modificar el proyecto constitucional.
Es más, una nota de ABI dice que el emisario internacional observó y compartió por algunos instantes la "fiesta democrática" que instalaron los marchistas a la espera de la aprobación congresal del referendo constitucional.
Lagos reconoció este martes como un triunfo histórico de Bolivia el acuerdo logrado entre oficialistas y opositores que posibilita la aprobación de una nueva Constitución Política del Estado (CPE).
"Este es el triunfo, no particular de nadie, es de Bolivia porque se han completado todas las voluntades, se han llegado a acuerdos y eso es lo importante en la construcción e un nuevo país", afirmó el emisario de la OEA en declaraciones a la prensa en instalaciones de la Plaza Murillo.
Según Lagos, más allá de los discursos que se han dado durante este tiempo en el proceso de diálogo queda lo importante lo fundamental "el fortalecimiento de la unidad en la diversidad".
"Es por eso que la OEA ha estado presente desde un principio siguiendo de cerca (proceso de diálogo) y poniendo sus buenos oficios para que éste prospere", afirmó.
Manifestó la complacencia de su delegación por el acuerdo político en Bolivia.
La OEA envió a dos altos delegados para participar como observadores en las sesiones parlamentarias que se siguen en Bolivia para discutir los detalles del texto constitucional aprobado por la Asamblea Constituyente.
Hasta Bolivia se han desplazado en nombre de la OEA, Raúl Lago, director de la oficina de Prevención y Resolución de Conflictos, y Rodrigo Zubieta, observador del proceso de diálogo entre el Gobierno y la oposición.
La OEA ha supervisado el diálogo previo que han mantenido el Gobierno de Morales y la oposición autonomista en Cochabamba, para tratar algunos de los asuntos más polémicos aprobados por la Constituyente, como los estatutos autonomistas y la distribución de la renta petrolera. (texto de hoy bolivia)
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