La nota de la jornada de congreso instalada ayer con el fin de aprobar la ley de convocatoria al referendum por constitución fue la constatación de que no se permitió el ingreso a canales de televisión a fin de transmitir en vivo la jornada de un debate considerado como histórico por las definiciones que van a ser tomadas al interior del debate congresal.
Algunos diputados congregados al interior del hemiciclo plantearon que la constatación de que no se podía trasmitir el debate era ya una forma de ejercicio dictatorial y algunos incluso adelantaron su apreciación de que se trataría ya de una aplicación de facto del artículo 108 inciso II, llamada también ley mordaza porque plantea que "la información debe ser veraz y responsable", siendo este un criterio que sin duda plantea un criterio subjetivo que se inclinará indefectiblemente del lado de quienes tienen el poder, que son quienes definirían como interpretar la cualidad y el contenido de una información "verás y responsable".
Más allá de estas apreciaciones, lo lamentable es comprobar una vez más que no se respetan las prácticas democráticas y que se hace uso de una serie de mentiras y maquinaciones para coartar los derechos de los ciudadanos, entre ellos un derecho tan importante como es la libertad de expresión, de información y de que el pueblo pueda enterarse y participar de las decisiones que toman sus representantes.
Cabe además señalar que el Vicepresidente de la República y Presidente nato del Congreso, antes de iniciar la sesión, declaró públicamente que si algún medio privado quería transmitir toda la sesión del Congreso podía hacerlo; aclarando además que TV congreso lo haría haciendo un resumen noticioso cada hora.
Lo cierto es que las señales de TV congreso eran trasmitidas con tan baja señal que no sólo la imagen era difusa sino que las voces se perdían por largos momentos y luego reaparecían en forma intermitente haciendo imposible escuchar y ver lo que sucedía al interior del hemiciclo parlamentario.
Un canal de TV, después de entrevistar al diputado masista Jorge Silva, quien incurrió en una serie de contradicciones planteando que se había negociado con las bancadas que no entraran las unidades móviles y de toda una movilización de congresistas opositores que negaron esta supuesta negociación, el diputado Jorge Silva planteó que el problema de pésima transmisión se trataba de un "percance técnico" que tenía que ser corregido para facilitar la señal en todo el país.
Dijo también que se había habilitado la transmisión "suficiente" a través de la televisión estatal canal 7 y consideró que las opiniones de descontento formaban parte de una "posición muy radical". Luego, se comprometió a hablar con el vicepresidente para revisar la medida que se había tomado.
Las maquinaciones no tienen límite y es tremendamente reprochable que se le mienta al pueblo, que se utilicen "supuestos percances" rodeadas de la coartada de que el propio Vicepresidente de la República declara que los periodistas y medios pueden hacer uso de su derecho a trasmitir el debate, cuando la realidad es otra, pues los medios no podían pasar de la puerta de ingreso al hemiciclo.
En los regímenes democráticos y los códigos de ética de todas las sociedades la mentira es un delito, pero resulta que en Bolivia es una estrategia, una supuesta muestra de astucia política y una práctica que el gobierno emplea a diario.
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